La CTX puede triplicar el riesgo de eventos cardiovasculares derivados de los tratamientos hemato-oncológicos. Los expertos avisan que esta lesión podría derivar en: miocardiopatía e insuficiencia cardíaca, miocarditis, pericarditis, toxicidades vasculares o arritmias. Para evitarlo, resulta esencial el ejercicio físico, la dieta equilibrada y en general, la adopción de hábitos saludables.
