Ya hace tiempo que sabemos que el exceso de azúcar es perjudicial. Es evidente la existencia de una clara relación entre un consumo abusivo de azúcar y la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares, bucodentales, visuales o cutáneos, entre otros.

Pero ahora, investigadores de Universidad de California, San Francisco, han dado un paso más allá. A través de un importante estudio científico han demostrado la vinculación existente entre el azúcar añadido y el envejecimiento epigenético. Dicho de otra manera, seguir una dieta rica en vitaminas y minerales, pero sobre todo sin mucho azúcar añadido, se asocia a tener una edad biológica más joven a nivel celular.
Los científicos han analizado como afectan tres tipos de dietas saludables a un reloj epigenético. A través de sus investigaciones pudieron comprobar cómo cuanto mejor comían las personas, más jóvenes parecían sus células. Incluso tratándose de una dieta saludable; cada gramo de azúcar añadido que consumían se asociaba con un aumento de su edad epigenética.
Dorothy Chiu es investigadora postdoctoral en el Centro Osher de Salud Integral de la Universidad de California. A este respecto ha manifestado que las dietas que examinamos se alinean con las recomendaciones existentes para prevenir enfermedades y promover la salud, y destacan en particular la potencia de los nutrientes antioxidantes y antiinflamatorios. Ella es primera autora del estudio, que se ha publicado en JAMA Network Open. «Desde el punto de vista de la medicina del estilo de vida, es empoderador ver cómo prestar atención a estas recomendaciones puede promover una edad celular más joven en relación con la edad cronológica», señala Chiu.

Este trabajo es uno de los primeros en demostrar el vínculo existente entre el azúcar añadido y el envejecimiento epigenético. También es el primero en examinar esta relación en grupo heterogéneo de mujeres (tanto de color como blancas), de mediana edad. La mayoría de los estudios realizados hasta el momento sobre esta materia han involucrado exclusivamente a participantes mayores y blancas.
Además, según indica la doctora Elissa Epel, profesora del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de California, y coautora principal del estudio, ayuda a profundizar nuestra comprensión de por qué el azúcar es tan perjudicial para la salud.
«Sabíamos que los altos niveles de azúcares añadidos están relacionados con el empeoramiento de la salud metabólica y la enfermedad temprana, posiblemente más que cualquier otro factor dietético», apunta Epel y añade: «Ahora sabemos que el envejecimiento epigenético acelerado es la base de esta relación, y es probable que esta sea una de las muchas formas en que la ingesta excesiva de azúcar limita la longevidad saludable».
Durante el estudio, las mujeres contaron que consumían un promedio de 61,5 gramos de azúcar añadido por día; aunque el rango fue amplio: de 2,7 a 316 gramos de azúcar añadido al día. Una barra de chocolate con leche tiene alrededor de 25 gramos de azúcar añadido, mientras que una lata de 350 ml. de cola tiene alrededor de 39 gramos. La FDA norteamericana recomienda que los adultos no consuman más de 50 gramos de azúcar añadido por día.
En esta investigación, sus autores analizaron los registros de más de trescientas mujeres, con una edad media de 39 años del norte del estado de California. Seguidamente compararon sus dietas con el reloj epigenético que se derivaron de su saliva. Hicieron una clasificación de las dietas de las mujeres para observar cómo se comparaban con una dieta mediterránea, rica en alimentos antiinflamatorios y antioxidantes, y con una dieta vinculada a un menor riesgo de enfermedades crónicas.
Para terminar el estudio, evaluaron la dieta en función de una medida que crearon y que se denomina ‘Índice de nutrientes epigenéticos (ENI)’. Esta dieta se basa en nutrientes (no alimentos) que se han vinculado a procesos antioxidantes o antiinflamatorios y al mantenimiento y reparación del ADN. Entre ellos se incluyen las vitaminas A, C, B12 y E, el folato, el selenio, el magnesio, la fibra dietética y las isoflavonas.
La adherencia a cualquiera de las dietas se asoció significativamente con una menor edad epigenética, siendo la dieta mediterránea la que tuvo la asociación más fuerte. Los investigadores examinaron la ingesta de azúcar por separado y descubrieron que consumir alimentos con azúcar añadido se asociaba con un envejecimiento biológico acelerado, incluso en presencia de una dieta por lo demás saludable.

«Dado que los patrones epigenéticos parecen ser reversibles, es posible que eliminar 10 gramos de azúcar añadido al día sea similar a hacer retroceder el reloj biológico 2,4 meses, si se mantiene en el tiempo» explicó la coautora principal Barbara Laraia, profesora del programa de Alimentación, Nutrición y Salud de la Población de la Universidad de California en Berkeley. «Centrarse en alimentos ricos en nutrientes clave y bajos en azúcares añadidos puede ser una nueva forma de ayudar a motivar a las personas a comer bien para tener más longevidad».
La importancia de este estudio pasa por la la inclusión de un grupo diverso de mujeres y el uso de medidas sólidas de dieta y ADNm (metilación diferencial del ADN). También fue posible controlar varios posibles factores sociodemográficos.
Pero este estudio también tiene limitaciones. Como todo estudio transversal, no es posible inferir causalidad sin temporalidad. Por lo tanto, se necesitan estudios longitudinales. Además, la dieta fue autorreportada a través de registros de alimentos de tres días; ello puede llevar a subestimaciones y sobreestimaciones de las ingestas dependiendo del nutriente. Por lo tanto, podría ser útil aumentar la evaluación dietética con cuestionarios de frecuencia alimentaria y/o biomarcadores.
En cualquier caso, ha quedado evidenciado que la ingesta de azucares añadidos es una puerta abierta a un envejecimiento epigenético prematuro.