La Feria Internacional de Muestras de Asturias, que se celebra en Gijón hasta el domingo 18 de agosto, es un carrusel de descubrimientos, de innovación, de apuesta por Asturias y por Españá, y de proyectos que, sin duda, harán de esta Comunidad, una región mejor.

El pasado lunes, en el Pabellón de Langreo (como no podía ser de otra manera) la farmacéutica Bayer Iberia –afincada en La Felguera, en el concejo asturiano de Langreo, desde hace décadas-, conmemoró su 125º aniversario, aunque la celebración oficial tendrá lugar el próximo mes de octubre. Fue un acto breve pero intenso y cordial.
Ejerció de anfitrión el doctor Jorge Álvarez, director de la planta, que estuvo acompañado de Álvaro Sanz, responsable de Asuntos Públicos Corporativos, de Carlos Sanchez, responsable de Ingeniería de la planta de La Felguera, y de Virginia Chomón, responsable de Sostenibilidad de la planta de La Felguera.
Tal y como señaló el propio doctor Álvarez, para Bayer éste 2024 es un año sumamente importante porque se cumplen 125 años de la implantación de Bayer en España. Pero con un valor añadido. Se cumplen 125 años de la patente del ácido acetilsalicílico; es decir, el principio activo de la famosa aspirina.
A través de Bayer se pone Langreo y Asturias en el corazón de Europa. Las cifras hablan por sí mismas. Diariamente hay veinte millones de personas que utilizan la aspirina (como analgesia o antiinflamatorio) o el adiro (como antiagregante plaquetario) en todo el mundo. Todo un reto, porque aunque la producción vaya acompañada de tecnología, y de otros muchos procesos, el éxito de la farmacéutica ubicada en la cuenca del Nalón reside en esto, precisamente: que diariamente veinte millones de personas en todo el mundo consuman su producto con un único objetivo: mejorar su salud. De esta forma tan sencilla lo explicó el propio director de la planta en su saludo de bienvenida. Y este logro se hace desde Asturias. En concreto, desde Langreo, expandiéndose a más de ciento cuarenta países.

Carlos Sanchez, en su calidad de responsable de Ingeniería de la planta de La Felguera, ha explicado como en la historia de la farmacéutica siempre se han dedicado a la fabricación del principio activo del ácido acetilsalicílico, que antes se vendía en todas las farmacias del mundo con una formulación, pero actualmente cada país –por diferentes cuestiones- se fabrica de diferentes formas (distintos sabores). Incluso el adiro en otros países se denomina ‘cardioaspirina’.
En la historia de la planta, con el paso de los años, la aspirina se ha ido fabricando cada vez más sostenible. Así, Virginia Chomón, como responsable de Sostenibilidad de la planta de La Felguera, explicó que desde el año 2020 se están fabricando todos los productos con electricidad cien por cien renovable, y el objetivo es fabricar todos estos productos basados en la ‘química verde’; es decir, basados en economía circular, energías renovables, y basados en 0 residuos. A este respecto, por ejemplo, de la fabricación del ácido acetilsalicílico se generan subproductos, como el ácido acético, destinados a otros tipos de industrias. El objetivo último es fabricar un medicamento de toda la vida basado en la sostenibilidad.
Ciertamente, el día a día de una comunidad autónoma y de un país se construye con el esfuerzo y la generosidad de los hombres y mujeres que con su trabajo a diario hacen un país mejor, más humano y más rico. Pero también con la implicación de empresas que, desde su responsabilidad, contribuyen a mejorar la vida y el bienestar de los ciudadanos. Bayer Ibérica es un claro ejemplo. Un espejo en el que muchas otras tendrían que fijarse. Y, además, reside en Asturias. Un lujo por partida doble.