Si la interacción con el móvil ha eclipsado las relaciones interpersonales, es muy probable que la interacción con la IA lo acentúe aún más, lo que irá en detrimento de nuestra conexión con nosotros mismos, con los semejantes e incluso con la naturaleza.
El ser humano con cada nuevo invento, nuevo descubrimiento (el fuego, la rueda, la imprenta, la máquina de vapor, internet, el móvil, ahora la IA…) se ha ido desnaturalizando un poco más, porque la falta de interacción con la naturaleza, con el semejante, nos distancia, nos aleja y, como bien sabemos, cuanto más lejano vemos al otro, menos nos preocupamos de él, más fácil es, incluso, hacerle daño. Cuanto menos interaccionamos con la naturaleza, más nos alejamos de ella y más fácil, por tanto, es destruir nuestras plantas, bosques, animales e incluso a nuestros semejantes en aras del llamado “progreso” o del poder.
