El correcto diagnóstico ofrece el mejor abordaje para una patología de la que existen más de 100 tipos distintos. No tiene curación, pero sí terapias que permiten su control.
La alopecia o pérdida de pelo es una condición que afecta a personas, hombres y mujeres, de todo el mundo. En el caso de los varones, y dependiendo de las zonas geográficas, estudios epidemiológicos y observacionales han calculado que a partir de los 25 años uno de cada cuatro varones empieza a perder pelo. En la vejez, la cifra puede aumentar hasta el 98%. Aunque las mujeres también sufren de alopecia, la incidencia en este grupo no es tan llamativa a pesar de que en los últimos años sí se ha observado un repunte de algunos tipos, como ocurre en el caso la alopecia frontal fibrosante (AFF), por ejemplo, tal y como apuntan los expertos.