En mi reciente, y fugaz, viaje a Barcelona me entero que la Generalitat ha habilitado una app para que el personal pueda autoapuntarse para vacunarse. Me parece una medida muy acertada. Siempre es interesante aplicar la tecnología en favor del ciudadano, especialmente cuando vienen mal dada como ahora. Y, de nuevo, se evidencia que la tecnología es últil si sabemos aplicar con sensatez.
La tecnología es la base esencial e imprescindible de una buena parte de nuestro día a día, sin el cual todo sería más complicado e incluso inaccesible. Por eso, no entiendo cómo en una comunidad como la asturiana, con un tejido industrial altamente tecnológico e innovador, no se ha habiltado ninguna herramienta digital para que los asturianos puedan auto apuntarse a la vacunación.
La tecnología nos facilita la vida. Y la Administración tiene la obligación es ayudarnos que nos resulte todavía más fácil. Obstaculizar desde los despachos esta labor sólo tiene un nombre en el Diccionario de la Real Academia Española. Se abre por la página de la palabra «miopía». Y también «torpeza».
