Home enfermedades Obesidad: relacionan una nueva proteína con la disfunción de la grasa corporal

Obesidad: relacionan una nueva proteína con la disfunción de la grasa corporal

0
4

Investigadores del Idibgi describen por primera vez la función biológica de la olfatomedina-2 (OLFM2) en el tejido adiposo.

La grasa corporal (o tejido adiposo) es un órgano endocrino esencial para el equilibrio energético del cuerpo. Cuando este tejido falla aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades comúnmente asociadas al sobrepeso, obesidad y envejecimiento. Una investigación liderada por el Instituto de Investigación Biomédica de Girona Josep Trueta (Idibgi, vinculado al hospital universitario del mismo nombre) ha identificado el papel clave de una nueva proteína, llamada Olfactomedina-2 (OLFM2), en los depósitos de grasa corporal.

Según ha informado el Idibgi, es la primera vez que se describe la actividad de esta proteína en el tejido adiposo en relación con el sobrepeso y la obesidad.

Los resultados del estudio, publicados en la revista Nature Communications, demuestran que la abundancia del OLFM2 en el tejido adiposo humano está funcionalmente ligada a un exceso de peso y la función de las células adiposas, los principales almacenes de energía del cuerpo.

El equipo investigador, liderado por Francisco José Ortega, jefe del grupo de investigación en Biología Celular y Translacional del Idibgi, subraya que esta nueva proteína no sólo representa un regulador importante de la célula adiposa, sino que su pérdida parcial en los depósitos de grasa de personas con obesidad puede promover una actividad inapropiada perniciosa por la salud. Todo ello favorece la acumulación de masa grasa y compromete el metabolismo sistémico de personas con obesidad.

En el estudio han colaborado investigadores de la Universidad de Marburg en Alemania, las Universidades de Cardiff y Oxford en Reino Unido y de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos. En el ámbito nacional, el estudio ha contado con la participación de científicos de las universidades de Barcelona, Córdoba y Santiago de Compostela y del CiberOBN (Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición).

Los autores del articulo afirman: “En conjunto, nuestros resultados subrayan el papel crucial de OLFM2 en la biología de los adipocitos y respaldan una relación causal entre la reducción de OLFM2 en el tejido adiposo y la fisiopatología de la obesidad”.

Implicación en varias patologías

Según Ortega, el nombre de esta familia de proteínas proviene de su descubrimiento en el epitelio olfativo de la rana toro, a principios de los noventa. En un primer momento, se pensaba que eran exclusivas del sentido del olfato, “pero pronto se comprobó que algunas variantes como la OLFM2 están presentes en otros tejidos y regulan procesos fisiológicos esenciales. Por esta razón, alteraciones en su abundancia o función son capaces de favorecer la aparición de enfermedades que van desde el cáncer hasta el glaucoma, estando implicadas en procesos del crecimiento tan importantes como el de la menarquía (inicio de la pubertad en la mujer). Ahora también sabemos que juega un papel clave en la función y desarrollo del tejido adiposo”.

“En el transcurso de los últimos años, la comunicación entre el olfato y el balance energético se ha estudiado con creciente interés”, ha añadido el investigador del Idibgi. Directamente relacionadas con las necesidades energéticas del cuerpo, las moléculas que transmiten señales olfativas condicionan, más allá del consumo de alimentos, el uso que se hace una vez ingeridos. Además de la grasa, la OLFM2 se expresa en el hipotálamo, donde puede condicionar también el volumen de grasa corporal acumulado actuando.

Novedad en la literatura biomédica

El Idibgi reitera que en este nuevo estudio se describe por primera vez la presencia de OLFM2 y una función biológica desconocida en los adipocitos, las células preferentes de los depósitos de grasa, incidiendo en la relevancia de esta proteína en el contexto de la endocrinología clínica y el metabolismo sistémico.

“Los resultados presentados permiten concluir que la OLFM2 que produce el tejido adiposo está funcionalmente relacionada con la obesidad, y subrayan la relevancia de esta olfactomedina para mantener un tejido adiposo sano y un estado fisiológico energéticamente equilibrado”, concluye Ortega.

El artículo, que tiene como primera firmante a Aina Lluch, amplía el conocimiento sobre la función del adipocito, una célula paradigmática dentro del campo de la endocrinología y la nutrición, favoreciendo una mejor comprensión del funcionamiento de la grasa corporal y la fisiopatología de la obesidad, y generando interesantes ramificaciones por investigaciones futuras, ha apuntado el Idibgi.

***Noticia publicada en Diario Médico el 29 de agosto de 2025.

NO COMMENTS

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Puedes visitar nuestra página de privacidad y cookies en Politica de Privacidad