Los trastornos de ansiedad han aumentado su incidencia en niños y adolescentes y ya afectan entre el 10 y el 20% de la población menor de edad, lo que influye en su bienestar emocional, relaciones interpersonales y rendimiento académico, advierte el Centro de Psicoterapia Itersia con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre.
La ansiedad es una respuesta natural del organismo ante situaciones de estrés, pero si se vuelve intensa y persistente, interfiere en la vida cotidiana del menor. Entre los signos más comunes de alerta destacan: quejas frecuentes de dolores somáticos (de cabeza o estómago) sin causa médica; preocupación excesiva por el rendimiento académico, incluso en situaciones de éxito; baja autoestima y pensamientos negativos recurrentes; reacciones emocionales desproporcionadas; cambios en los patrones de sueño y apetito; o presencia de tics.