El craneofaringioma papilar es un tipo de tumor cerebral poco frecuente. Este tumor se puede presentar a cualquier edad, pero más frecuentemente ocurre en niños y adultos mayores. Los síntomas comprenden cambios graduales en la visión, fatiga, orina excesiva y dolores de cabeza. Es posible que los niños con craneofaringioma crezcan más lentamente y sean más pequeños de lo esperado. Un tratamiento con fármacos basados en la medicina de precisión ha dado lugar a un resultado sin precedentes en la terapia de este tumor cerebral ‘tan raro’. Ello supone un cambio de paradigma en el abordaje de esta enfermedad.
El estudio se ha publicado en The New England Journal of Medicine. Detrás están un equipo de investigadores del del Mass General Cancer Center, perteneciente al sistema de atención médica Mass General Brigham. Se trata de un ensayo fase II, en el que han sido incluidos 15 pacientes. Una de las conclusiones más llamativas dice que un 94% de los pacientes mostró respuesta a la terapia. Un hito sin precedentes.
Estamos ante un tipo de tumor de cerebral raro. El craneofaringioma papilar es un tipo de tumor que causa una morbilidad importante a los pacientes. A menudo, la radiología y la cirugía son la salida natural para tratar estos tumores. Pero la extirpación incompleta del tumor y la toxicidad de la radiación pueden dejar a los pacientes con problemas de salud de por vida después del tratamiento. Ello incluyendo la disfunción neuroendocrina o la pérdida de la visión o la memoria.
Pablo Santamarina es doctor en Biomedicina por la Universidad de Oviedo y miembro del grupo de Epigenética del Cáncer, adscrito al Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias, al CSIC y al IUOPA.
A este respecto ha manifestado que el tumor se sitúa en una zona delicada, cercana al hipotálamo y la pituitaria, muy enervada y la actuación sobre la misma para tratar de eliminar el tumor con radioterapia y cirugía conlleva riesgos importantes.
El equipo de investigadores del Mass General Cancer Center ha dirigido el primer protocolo de tratamiento multicéntrico en este tumor considerado raro por su frecuencia. El estudio se basó en los descubrimientos del laboratorio General Brigham. Sus investigadores estudiaron los impulsores genéticos del crecimiento de los craneofaringiomas papilares. Asi, descubrieron que medicamente contra el cáncer ya existentes pueden influir directamente con las proteínas implicadas en el propio tumor para detener su progresión y reducir drásticamente su tamaño.
En base a esto, los investigadores trataron a 15 pacientes con un inhibidor de BRAF/MEK como parte de este ensayo clínico de fase II. Descubrieron que los tumores se redujeron en un 91%.
«Todos los pacientes que completaron uno o más ciclos de terapia respondieron al tratamiento, que es la tasa de respuesta más alta hasta la fecha de cualquier terapia médica para tumores cerebrales» ha manifestado. Todos los pacientes que completaron uno o más ciclos de terapia respondieron al tratamiento. Es la tasa de respuesta más alta hasta la fecha de cualquier terapia médica para tumores cerebrales.
Estos resultados sin precedentes manifiestan un evidente cambio de paradigma para hacer frente a los tumores cerebrales. Muestran que con el objetivo y los medicamentos correctos, la medicina de precisión puede tener un impacto dramático en los tumores cerebrales.
Pablo Santamarina considera relevantes estos resultados por los cambios experimentados en el crecimiento del tumor, la elevada supervivencia libre de enfermedad y la mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Este estudio demuestra, de nuevo, que la ciencia es la única salida eficaz para dar respuesta a un buen número de enfermedades cuya morbilidad es elevada y en donde la industria farmacéutica ya no ofrece alternativa alguna.
Esta exposición me trae a la cabeza otro artículo que publiqué en este mismo espacio sobre los tumores cerebrales con motivo del Día Internacional de los Tumores Cerebrales. Lo titulé: «Hablando de los tumores cerebrales». En él escribí: «(…) Un tumor cerebral está constituido por un grupo de células que crece de manera atípica en el cerebro. Una ‘masa’ que puede obedecer a una anomalía en los tejidos. También puede ser consecuencia de una metástasis de otro tumor que se ha desarrollado en otra parte del cuerpo y cuyas células llegan al cerebro a través del torrente sanguíneo. Como acabo de señalar, según datos de la Organización Mundial de la Salud, representan el 2% de todas las patologías oncológicas.
‘La frecuencia varía según la edad. En los niños, los tumores cerebrales son la segunda forma más común de cáncer después de la leucemia: constituyen el 20% de los cánceres pediátricos. En los adultos, hay una ligera tendencia a presentarse entre los 45 y 70 años’ ha señalado el doctor Alfredo Chaves, neurocirujano del Departamento de Cirugía del Instituto Alexander Fleming (…)».
(Fotografía de cabecera: Top Doctors)
