Muchas veces los ciudadanos carecen de servicios públicos por falta de cooperación entre las distintas Administraciones Públicas, aunque sean de diferentes comunidades autónomas. En la edición del diario digital Redacción Médica leo la noticia que las comunidades autónomas de Aragón y Navarra van a trabajar conjuntamente en materia de radiocirugía y cribado neonatal. De entrada es una estupenda noticia para los habitantes de ambas comunidades. Lo es por varios motivos.
Ambas comunidades tienen hospitales públicos referentes como el Hospital General Universitario Miguel Servet en Zaragoza y el Hospital Universitario de Navarra en Pamplona. Ambos centros sanitarios son pioneros en atención médico-quirúrgica, pero también en investigación. Y si a eso añadimos otros hospitales más pequeños que, directa o indirectamente, se pueden beneficiar, como el caso del Hospital Reina Sofía de Tudela, nos encontramos con dos comunidades autónomas bien dotadas desde un punto de vista asistencial. Posiblemente no todo el mundo opine igual. Y el acuerdo firmado entre el Servicio Aragonés de Salud y Osasunbidea tenga sus carencias y sus deficiencias. Posiblemente. Pero cuando dos administraciones se unen en beneficio de sus ciudadanos ya estamos ante un paso más que importante. A continuación habrá que valorar qué aspectos hay que mejorar, y ponerse a ello. Pero, de entrada, es un buen punto de partida.
En el caso que nos ocupa, han llegado a un acuerdo para que el Servicio Aragonés de Salud ofrezca pruebas del cribado neonatal. Intuyo que a través del más que excelente Hospital Infantil de Zaragoza. Como contrapartida, el Hospital Universitario de Navarra, centro de referencia en materia de radiocirugía, se pone a disposición de los aragoneses.
No cabe duda que las sinergias son imprescindibles en muchos ámbitos de la vida. También en la colaboración entre administraciones, al margen de siglas políticas. En el caso de cuestiones de salud pública, son prioritarias. Estamos hablando de vidas humanas y, en muchos casos, de calidad de vida. De presente y de futuro.
Pero la línea de colaboración entre Aragón y Navarra no acaba ahí. Ambos servicios de salud atenderán las derivaciones para “segunda opinión” o de alta especialización que se estimen. Para todo ello, se facilitará el acceso a las correspondientes historias clínicas de las personas objeto de asistencia sanitaria conjunta. También se habilitarán cauces, con las debidas garantías legales y de confidencialidad, para el mutuo acceso a historias clínicas cuando sea necesario.
Y también hay una línea de colaboración entre los profesionales del sector. El documento contempla también formas de colaboración profesional, tanto en especialistas en formación como en profesionales de plantilla de unidades supe especializadas, mediante rotaciones y participación cruzada; el intercambio de protocolos, guías de actuación y software; y la coorganización de jornadas y eventos formativos y de intercambio de buenas prácticas.
Muchas veces los logros en política no se alcanzan a través de los acuerdos entre las administraciones, aunque ello sea el caldo de cultivo. Los logros se consiguen porque existe una férrea voluntad por llegar a acuerdos, por salvar obstáculos, por escuchar, por mantener un compromiso. En resumen, por liderar un proyecto político. El problema radica en que hoy pocos alcaldes y presidentes autonómicos están en condiciones de afirmar que son líderes en su territorio. Muy pocos. Y de ahí se derivan se derivan otros problemas. Problemas que el ciudadano debe resolver el próximo 28 de mayo.
(Fotografía de cabecera Redacción Médica)
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