otros temas

Diez años sin Emilio Eiroa

Fotografía: @periodicoaragon

El pasado viernes se cumplieron diez años de la muerte de Emilio Eiroa, el que fuera Presidente del Gobierno de Aragón durante los años 1991 y 1993.

Le conocí de cerca, y compartí con él varios momentos y situaciones, incluida aquella fatídica, inapropiada, y barriobajera moción de censura que aupó al innombrable Pepe Marco al ‘despacho oval’ del Edificio Pignatelli. Las heridas de aquel navajazo le perduraron en el tiempo, aunque no lo demostrase.

Siempre me pareció alguien imprescindible en la historia de Aragón. Como habitualmente señala el periodista zaragozano Lisardo de Felipe, «un hombre útil».  Un aragonés de adopción y asturiano de origen, que enarboló la complicada bandera del consenso, del diálogo, y de la honestidad. Valores que hoy en día desconoce la facinerosa clase política que nos desgobierna.

Emilio Eiroa fue claro y transparente. Honesto, trabajador, incansable, serio y, sobre todo, un político que entendía lo que significaba la política con mayúsculas, siempre alejada de personalismos ególatras y burdos. Su objetivo: el bien común;. Su fin: Aragón.

En aquella época muchos fuimos sus votantes convencidos porque Eiroa (como popularmente se le llamaba) convencía con hechos, y después venían las palabras. Era una persona de una extraordinaria calidad humana que la anteponía a su condición política.

Recuerdo algunos actos  a los que asistió organizado desde la Consejería de Sanidad, Bienestar Social y Trabajo, de la que yo era miembro del gabinete de su consejero, en el que demostró su forma de ser por encima de su representación institucional. Por ejemplo…

Fue alguien insustituible en la más reciente Historia de Aragón. Por esta tierra, recia y noble, trabajó incondicionalmente, a pesar de que este esfuerzo le supusiera golpes y vapuleos  dentro y fuera de su Gobierno. Cuando falleció, en su capilla ardiente  otro ex Presidente, el oscense Santiago Marraco decía que Aragón había maltratado a Emilio Eiroa. Totalmente de acuerdo.

La actual autonomía aragonesa le debe muchísimo a Emilio Eiroa. Demasiado.

Fotografía: @heraldoes

En una época tan convulsa como en la que le tocó gobernar, cimentó los pilares básicos sobre los que se está construyendo el Aragón de hoy, y se están poniendo los cimientos del Aragón del mañana. Importante recordatorio.

Hoy, ahora, tengo una extraña sensación de nostalgia, recuerdos, y vivencias. Una época decisiva para el Aragón, que no se entendería sin la figura insustituible de Emilio Eiroa.

Visitas: 0

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*