Leo en el portal ConSalud.es un artículo de opinión del doctor José Polo, presidente de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria). Comparto de la primera a la última sus palabras.
Ciertamente, la situación de la Atención Primaria es especialmente delicada. La pandemia de la COVID-19 ha dado la puntilla. Ha sido un trabajo durísimo, sin apenas reconocimiento, con un riesgo extremo. Ello unido a una tupida relación de bajas laborales y por fallecimientos de profesionales del sector ha colapsado al sector.
Es evidente que la Atención Primaria se encuentra infradotada. Queda fuera de cualquier debate político que urge dotarla de todos los medios necesarios para que los profesionales puedan ejercer su trabajo perfectamente en cualquier territorio, sin diferencia alguna por comunidades autónomas.
Para lograr este objetivo, lo primero que hay que hacer es sacarla de cualquier debate electoral. La Atención Primaria no puede ser una moneda que se vayan lanzando los partidos políticos bajo el lema «y tú más». Me consta que desde las sociedades médicas, como SEMERGEN, llevan tiempo haciendo propuestas de mejora. Estos planteamientos son soluciones reales que cambiarían la situación tan precaria que padece el sector. Pero se palpa una más que manifiesta voluntad política por no dar solución definitiva a estas carencias que vienen denunciando los profesionales sanitarios.
Hay una preocupación común por un manifiesto aumento de presupuesto en materia de Atención Primaria. En este sentido se necesitan unos presupuestos que mejoren el sistema. Un cambio que debe empezar por mejorar la calidad del servicio. «Debemos hacer más resolutiva la profesión de la Atención Primaria de forma que se puedan ver a los pacientes, atenderles y dedicarles el tiempo necesario de calidad» señala textualmente el doctor José Polo.
Pero su análisis va más allá. Y defiende que las gestiones burocráticas que les roba tanto tiempo, deberían realizarlas personal administrativo. Así tendrían más tiempo para dedicarlo a los pacientes. Es una realidad. No puede ser que un médico invierta una buena parte de su jornada laboral a labores administrativas en detrimento de la actividad asistencial. Para eso está el personal administrativo. Especialmente en la era del 5.0.
SEMERGEN es la sociedad decana por excelencia. Este año cumplen su medio siglo de existencia, de trabajo, de investigación, de propuestas… Como tal, sus integrantes no están dispuestos a tirar la toalla. Siguen apostando por una Atención Primaria mejor. Siguen esperanzados en un modelo más equitativo y más justo para todos (incluidos los pacientes). Por eso, esperan que el acuerdo sea posible y se encuentre un modelo en el que todos quepan y nadie quede en la cuneta. Asi, el propio José Polo manifiesta que no perdemos la ilusión por arreglar la situación, por mejorar y defender la Medicina de Familia.
Entiendo perfectamente su tesón y su empeño por salvar la Atención Primaria. Si se encuentra un modelo nuevo, en el que se robustezca el sistema, y los profesionales ‘ganen’, ganarán los pacientes. En definitiva, el objetivo, primero y último del Estado del Bienestar. Como muy bien ha definido Gorka Maiz, presidente de Osatzen (Sociedad Vasca de Medicina Familiar y Comunitaria), «La salud de la población es mejor cuando hay una Atención Primaria fuerte». Nada más que añadir. Tampoco a las palabras del doctor Polo. Chapeau.
(Fotografía de cabecera: ConSalud.es)