Actualmente alrededor de siete millones de españoles padecen una enfermedad renal crónica. Casi sesenta y cinco mil se encuentran en tratamiento renal sustitutivo; es decir, necesitan un tratamiento que reemplace la función de sus riñones, diálisis o trasplante. Los nefrólogos se han dado cuenta que también se puede facilitar la vida de estos pacientes. Se puede hacer la dialísis domiciliaria de muchos pacientes. Sin embargo, los propios nefrólogos han puesto el acento en la falta de acceso a la diálisis domiciliaria de muchos pacientes en lugar de tener que ir a un hospital para recibir la terapia.
Si efectuamos una comparativa, nos encontramos que en 2021, sólo el 16,8%, optaron por la diálisis peritoneal (en su casa). Mientras que un 78,7% de pacientes que eligieron la hemodiálisis tradicional en un centro sanitario. Los especialistas piden corregir este porcentaje por motivos sanitarios. También por motivos económicos y medioambientales.
La enfermedad renal crónica es la segunda causa de muerte que más ha crecido en España en la última década. Según datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia (semFYC), sin embargo, las tasas de diagnóstico siguen siendo bajas. Nos encontramos con que dos de cada tres pacientes no son conscientes de que sufren esta enfermedad.
A pesar de que cada año miles de personas empiezan a recibir diálisis, las sociedades médicas y las asociaciones de pacientes se quejan de que existe un gran desconocimiento sobre la diálisis peritoneal. Se trata de una técnica que se utiliza para filtrar la sangre de toxinas, desechos no deseados y exceso de fluidos corporales. Se puede recibir en el domicilio.
Su implantación es muy lenta y desigual por comunidades autónomas, pese a sus ventajas; ventajas, como una mayor conciliación con la vida laboral y social, o independencia, porque se realizan menos visitas hospitalarias y existe una menor exposición a infecciones.
‘Como en casa, en ningún sitio’ es el titulo de una campaña organizada por la Sociedad Española de Nefrología. Con esta campaña quiere impulsar la implantación de la diálisis peritoneal. Se trata de una técnica domiciliaria que los nefrólogos consideran eficaz y cuyos resultados de supervivencia no se han mostrado inferiores en ningún caso a la hemodiálisis tradicional.
El doctor Emilio Sánchez, coordinador de Registros de la Sociedad Española de Nefrología expuso las ventajas de técnica domiciliaria. Por un lado, aduce, razones clínicas. La diálisis peritoneal domiciliaria fomenta la autonomía de los pacientes. Hay menos ingresos, menos visitas a Urgencias, mejor calidad de vida, menos episodios de insuficiencia cardiaca, mejores resultados en el trasplante, menos infecciones…Es beneficioso para el paciente.
Por otro lado, sostiene que es más económica que la hemodiálisis en un hospital. Aproximadamente un 25% más económica. Esto ocurre porque el coste fundamental del sistema sanitario radica en el peso de los trabajadores, es el más alto. Si la técnica es en casa, se evita ese personal.
Las comunidades del norte tienen un acceso adecuado a esta técnica -alrededor de un 30%- mientras que en otras zonas de España ese porcentaje fluctúa entre el 8 y el 10%.
A este respecto, el especialista indica que es el propio sistema sanitario quien puede facilitar o la implantación de este servicio. Al respecto, habla de un ‘taburete de tres patas’: los propios pacientes, los servicios de Nefrología y, por último, la administración.
En este sentido, ha manifestado que para una persona joven es más fácil recibir la diálisis en casa. Para los más mayores, sobre todo de edad avanzada, resulta más complicado. A estas edades requieren ayuda y es mejor para ellos facilitársela desde los centros sanitarios.
La diálisis peritoneal asistida consiste en que enfermeras, auxiliares o trabajadores sociales “van a las casas de algunos pacientes a echarles una mano”. Pero esto, a su vez, genere otro problema. El tema de las partidas presupuestarias, en diálisis, depende de las consejerías de Sanidad, pero si se habla de ayuda domiciliaria, se mueve entre Sanidad y Asuntos Sociales. Eso hace que no se sepa quién pone el recurso. Una (consejería) dice que tiene que ser la otra…
Otro aspecto a considerar actualmente es el medioambiental. La nefrología es la especialidad médica que más contribuye al cambio climático. Influye negativamente en aspectos negativos como el consumo de agua, electricidad, huella de carbono y generación de residuos. Se estima que un paciente, al hacer hemodialisis en el hospital, consume 40.000 litros de agua al año. En peritoneal, el consumo de agua son 7.000 litros, que no es poco; pero por lo menos es alrededor de un 65% menos. Además, la diálisis peritoneal consume un 93% menos de electricidad. Genera un 66% menos de gases de efecto invernadero cuando se compara con la hemodiálisis.
El pasado mes de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Riñón, en este mismo espacio escribí un artículo titulado: «Hablando del Dia Mundial del Riñón… ». Entre otras cosas, señalaba: El hecho de que el 10% de la población mundial sufre de alguna enfermedad renal crónica, pero no suelen darse cuenta hasta que el problema ya se encuentra bastante avanzado y los únicos caminos que les quedan por transitar es la diálisis o un trasplante de riñón supone un problema de salud mucho más importante de lo que parece. Y decimos que es importante porque los riñones son el gran filtro del cuerpo que ayuda a desechar todas las toxinas que producimos o ingerimos, por medio de la orina. Si este filtro no funciona o se obstruye, nos intoxicaremos a niveles que pueden llegar a ser letales.
Como se ve, la diálisis es el único tratamiento cuando nuestros riñones ya no funcionan, o funcionan mal. Es importante concienciarse que, si se puede, recibir la recibir a diálisis en casa es una gran ventaja a muchos niveles. Se trata concienciación. Como otras muchas facetas de la vida. Y de posibilidades.
(Fotografía de cabecera: ConSalud.es)
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