
En marzo se celebrará el congreso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado. En ese marco se presentarán los resultados del III Registro de Carcinoma Hepatocelular (CHC). Este estudio recoge datos demográficos y clínicos de 767 pacientes con diagnóstico de tumor hepático primario extraídos de 52 centros entre el 1 de octubre de 2022 y el 31 de enero de 2023. Esta exposición revela la evolución de la etiología del cáncer de hígado a lo largo de los últimos quince años en España. Evidencian muy claramente que que el consumo de alcohol es su primera causa, tanto si se considera de forma aislada (29,9% de los casos), como asociado a otras causas (54,9% de los casos).
Para la AEEH, este estudio “muestra el fracaso de las políticas para combatir el consumo de alcohol, que no han logrado revertir el peso de este como causa principal de hepatocarcinoma, que se mantiene estable”. Esto quiere decir que casi seis de cada diez cánceres de hígado en España se deben al alcohol, dándose además dos circunstancias paradójicas y al mismo tiempo confluyentes: mientras el cáncer de hígado es ya el tipo de cáncer que más años de vida resta a la población, la percepción sobre los riesgos del consumo de alcohol sigue sin modificarse en nuestro país, y de hecho los jóvenes inician su consumo a edades cada vez más tempranas y con patrones asociados a un mayor riesgo (ingesta de grandes cantidades de alcohol en pocas horas).
Paralelamente a esto, el III Registro sobre CHC evidencia un incremento del CHC en personas con enfermedad hepática en fases más leves, sin presencia de cirrosis, que casi se duplica, del 4,2 al 7,9% de los casos, y muestra de forma inequívoca el crecimiento de los casos de cáncer de hígado provocados por la esteatosis hepática metabólica, EHmet, que es como se conoce a la patología del hígado graso. Si hacemos una comparación con los datos de los años 2008 y 2014, los resultados del registro muestran un aumento de casi diez puntos (1,9% vs 5,9% y 11,8%) en el porcentaje de hepatocarcinomas debidos a EHmet, que se confirma como tercera causa del cáncer de hígado, y la que presenta un crecimiento más rápido.

Esta tendencia preocupa mucho a los profesionales. Consideran que la esteatohepatitis será en una década la primera causa de CHC, dado el avance de la prevalencia del hígado graso. Se estima, de hecho, que esta patología afecta ya a más de diez millones de españoles, de los que cerca de dos millones presentarían inflamación del hígado. De esta cifra, alrededor de cuatrocientos mil presentarían ya una cirrosis hepática, con el agravante de que en su mayoría aún no han sido diagnosticados. Un avance imparable que preocupa por muchas razones y particularmente por la incidencia que puede llegar a tener sobre el cáncer de hígado.
El doctor Manuel Romero-Gómez es el Jefe de Sección de Hígado y Gastroenterología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y Presidente de AEEH. A este respecto ha manifestado que la presencia de cáncer de hígado en pacientes con hígado graso en España se ha triplicado en la última década, y con esos datos está todo dicho acerca de la magnitud del problema que debemos afrontar.
El siguiente video de la Fundación Española del Aparato Digestivo es más que ilustrativo sobre esta cuestión, y el Profesor Romero-Gómez habla muy claramente sobre esta cuestión:
La buena noticia es el continuado descenso del peso de la hepatitis C (VHC) sobre el total de casos de CHC, que se ha reducido en catorce años del 43% al 17,5%. A pesar de esta progresión, la hepatitis C sigue siendo el segundo factor de riesgo para el cáncer de hígado. Por ello, los especialistas piden un esfuerzo para lograr su eliminación; un esfuerzo, que pasa por intensificar el cribado en las poblaciones vulnerables y facilitarles el acceso al tratamiento.
Los datos del III Registro de la AEEH no solo muestran que la epidemiología del cáncer de hígado está cambiando, sino también que “el esfuerzo por aumentar la detección con programas de cribado no está resultando suficiente”. En este sentido, la AEEH señala que la proporción de pacientes con cirrosis diagnosticados de cáncer en el seno programas de cribado no ha cambiado y por tanto no logra despegar. En la actualidad, el 43% de los casos se detectan fuera de estos programas. El problema importante aparece cuando el diagnóstico de CHC se realiza fuera del cribado. En esos casos, habitualmente la enfermedad se encuentra en una fase más avanzada en la que es menos probable que se les pueda ofrecer un tratamiento curativo. Ello, lógicamente, redundará en un significativo peor pronóstico.
“Estos resultados indican la necesidad de mejorar los programas de detección de cáncer de hígado, así como de fortalecer la prevención de las enfermedades hepáticas asociadas a alcohol e hígado graso”, concluye la AEEH. Cada año se diagnostican en España 6.600 nuevos casos de cáncer de hígado. La mitad de ellos en estadios muy avanzados, y es la principal causa de muerte en los pacientes con cirrosis provocada por consumo de alcohol o hepatitis virales.