Científicos de Hong Kong hallan 31 marcadores biológicos microbianos que podrían tener valor diagnóstico para detectar casos de TEA.
Los trastornos del espectro autista (TEA) siguen rodeados de incógnitas. No sabemos aún cuáles son sus causas ni los mecanismos que están relacionados con su aparición o los cambios en el organismo que llevan aparejados. Se considera que en su desarrollo intervienen múltiples factores, tanto genéticos como ambientales, cuya interrelación se investiga.