El doctor Javier Butragueño es Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte especializado en planificación del entrenamiento en personas con obesidad.
A su vez es Coordinador de los grupos de trabajo de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y miembro de la Junta Directiva como vocal.
También es Cofundador de la primera escuela online para el manejo de la obesidad desde todas las áreas de la Salud (Obesity Management School) y autor de “Entrena para la vida”.
¿A qué se denomina obesidad?
Respuesta.- La obesidad es una enfermedad crónica y multifactorial caracterizada por una acumulación excesiva de grasa corporal que puede afectar negativamente la salud. Se diagnostica comúnmente utilizando el índice de masa corporal (IMC), pero actualmente ya tenemos nuevas formas de medirlo y evaluarlo por porcentaje de grasa e inflamación.
La obesidad metabólicamente disfuncional incrementa el riesgo de desarrollar diversas afecciones de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer y trastornos musculoesqueléticos.
Por otro lado, también me gustaría remarcar que aunque no está recogida en la definición creo que habría que incluir a un sistema musculoesquelético dañado y que no funciona correctamente.
La obesidad siempre se la relaciona con el sedentarismo y con los malos hábitos de alimentación, pero ¿existen otros factores que pueden influir en que una persona tenga obesidad?
Respuesta.- Sí, aunque estos factores que comentan son clave, existen otros como:
- Genética: La predisposición genética puede influir en cómo el cuerpo almacena y distribuye la grasa.
- Desequilibrios hormonales: Condiciones como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing pueden afectar el metabolismo y promover el aumento de peso.
- Medicamentos: Algunos fármacos, como ciertos antidepresivos, antipsicóticos o corticosteroides, pueden provocar aumento de peso como efecto secundario.
- Factores psicológicos: El estrés, la ansiedad y la depresión pueden llevar a hábitos alimentarios poco saludables, como el consumo excesivo de alimentos altos en calorías.
- Factores socioeconómicos: El acceso limitado a alimentos saludables y oportunidades para la actividad física puede contribuir a tasas más altas de obesidad en ciertas poblaciones.
- Privación del sueño: La falta de sueño adecuado puede alterar las hormonas que regulan el apetito, conduciendo al aumento de peso.
- Entorno y cultura: Normas culturales y ambientes que promueven el consumo de porciones grandes y alimentos procesados pueden influir en los hábitos alimentarios.
“El aumento de las tasas de obesidad infantil y adolescente es preocupante debido a las implicaciones de la salud a corto y largo plazo”
Muy recientemente hemos conocido un informe de la Organización Mundial de la Salud, que advierte que la obesidad se encuentra entre las amenazas más importantes para los jóvenes en el continente europeo… ¿Qué nos puede decr a este respecto?
Respuesta.- El aumento en las tasas de obesidad infantil y adolescente es preocupante debido a las implicaciones de salud a corto y largo plazo. Es una tema clave y que se está intentando abordar desde la parte política y me alegro de ello.
Hace un año, hubo una comisión europea donde pude participar y creo que se centró demasiado en la alimentación sin darle importancia al movimiento. Veremos cómo avanza todo, pero desde mi punto de vista y desde la evidencia más reciente, sabemos que si no hay movimiento, espacios para poder hacerlo o falta de recursos, la tendencia va a seguir subiendo y tendremos graves problemas médicos y de salud. Incluso económicos al aumentar los gastos sanitarios.
La OMS subraya la necesidad de intervenciones integrales que involucren políticas gubernamentales, educación en salud, promoción de estilos de vida activos y accesibilidad a opciones alimentarias saludables. Abordar esta problemática requiere la colaboración de diversos sectores para crear entornos que apoyen el bienestar y la salud de los jóvenes.
¿Y en el aspecto laboral…?
Respuesta.- Pues más de lo mismo, se ha visto que tiene implicaciones significativas:
- Productividad y ausentismo: Las personas con obesidad metabólicamente disfuncional pueden experimentar problemas de salud que aumentan el ausentismo laboral y pueden reducir la productividad debido a condiciones como dolores musculoesqueléticos, fatiga o enfermedades crónicas asociadas.
- Discriminación y estigmatización: A pesar de los avances en la conciencia social, aún existen prejuicios y discriminación hacia las personas con obesidad en el lugar de trabajo, lo que puede afectar oportunidades de empleo, promoción y desarrollo profesional.
- Adaptaciones en el entorno laboral: Puede ser necesario realizar ajustes en el espacio de trabajo para garantizar la comodidad y seguridad, como sillas ergonómicas o equipos especiales.
- Costos de atención médica: Las empresas pueden enfrentar costos más altos en seguros de salud y atención médica debido a las complicaciones asociadas con la obesidad.
¿Qué papel juega la Sociedad Española de Obesidad?
Respuesta.- Personalmente, creo que juega un papel clave al ser una entidad científica que agrupa a profesionales dedicados al estudio y manejo de la obesidad. Es la sociedad científica que se encarga de conocer todo lo que se relaciona con este tema, de hecho la guía GIRO es una muestra de este liderazgo en este ámbito.
Creo que su papel es clave en varios aspectos:
- Investigación: Promoviendo y apoyando estudios científicos para comprender mejor las causas, consecuencias y tratamientos de la obesidad.
- Formación: Ofreciendo programas de formación y educación continua para profesionales de la salud, actualizando conocimientos y prácticas clínicas.
- Divulgación: Publicando guías, recomendaciones y material informativo para profesionales y la sociedad en general, facilitando el acceso a información veraz y actualizada.
- Asesoramiento: Colaborando con organismos gubernamentales y otras instituciones en la elaboración de políticas y estrategias para la prevención y el control de la obesidad.
- Concienciación pública: Realizando campañas y eventos para sensibilizar a la población sobre la importancia de abordar la obesidad como un problema de salud pública, promoviendo hábitos de vida saludables.
DESCUBRE A… JAVIER BUTRAGUEÑO EN DIEZ PREGUNTAS
En el mes de marzo el diario La Vanguardia publicaba la noticia relativa a la nueva guía que une a 14 sociedades científicas para cambiar el manejo de la obesidad en España… ¿qué puede añadir al respecto?
Respuesta.- La publicación de esta nueva guía representa un hito en el abordaje de la obesidad en España. Al unirse 14 sociedades científicas, se demuestra la importancia de una colaboración multidisciplinaria para enfrentar esta compleja enfermedad. De hecho, ahora mismo está en una segunda fase, se han unido más sociedades y asociaciones de pacientes y creo que es la gran referencia en el sector.
Creo que esta guía GIRO es importante porque busca estandarizar y mejorar la atención a personas con obesidad, proporcionando recomendaciones basadas en la evidencia que puedan ser adoptadas por diversos profesionales de la salud. Reconoce la obesidad como una enfermedad crónica que requiere una atención que va más allá de la simple pérdida de peso, incluyendo aspectos nutricionales, psicológicos, sociales y médicos. Incorpora los últimos avances en investigación sobre tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y terapias conductuales, ofreciendo opciones terapéuticas adaptadas a las necesidades individuales. También enfatiza la necesidad de implementar estrategias de prevención a nivel poblacional, promoviendo entornos saludables y políticas que faciliten estilos de vida sanos.
Esta iniciativa refleja un compromiso colectivo para mejorar la calidad de vida de quienes viven con obesidad y representa un paso significativo hacia una atención más efectiva y humana.
“La obesidad es una enfermedad crónica que requiere una atención que va más allá de una simple pérdida de peso”
¿Cómo se puede combatir la obesidad desde la infancia…? ¿Qué papel juega el entorno escolar…?
Respuesta.- Personalmente creo que desde las políticas públicas y desde la formación y educación constante a la población. Desde los colegios hasta las familias.
Tener una educación nutricional es clave y enseñar a los niños sobre la importancia de una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras y vegetales. Por supuesto, fomentar que los padres participen en la preparación de comidas saludables y establezcan rutinas alimentarias adecuadas en el hogar.
Por otro lado, creo que el entorno escolar es FUNDAMENTAL para incentivar la participación en actividades físicas recreativas y deportivas que sean divertidas y apropiadas para la edad. De hecho, recientemente, el Doctor Antonio García Hermoso publicó un libro “Promotion of Physical Activity and Health in the School Setting” donde explicaban la importancia del ejercicio y el movimiento en el entorno escolar y daban pautas de cómo hacerlo. Es decir, el conocimiento y las formas las tenemos, nos falta acción para llevarlas a cabo.
Sigamos con la obesidad infantil. ¿La precariedad social (falta de trabajo y de recursos en muchas familias), son obstáculos para controlar la obesidad en nuestros menores y adolescentes?
Respuesta.- Sí, desgraciadamente la precariedad social es un factor significativo que puede dificultar el control de la obesidad en niños y adolescentes. Hay una frase que se escucha mucho en nuestro ámbito que es que influye mucho el código postal de donde vivas para tener mayor riesgo aumentar de peso graso.
Por otro lado, las condiciones socioeconómicas desfavorables influyen en varios aspectos:
- Costo de alimentos nutritivos: Las familias con recursos económicos restringidos pueden tener dificultades para adquirir alimentos frescos y nutritivos, como frutas, verduras y proteínas magras, debido a su costo más elevado en comparación con alimentos procesados y altos en calorías.
- Desiertos alimentarios: En algunas comunidades, especialmente en áreas urbanas de bajos ingresos, hay escasez de supermercados y mercados que ofrezcan opciones saludables, lo que obliga a las familias a depender de tiendas de conveniencia con opciones menos nutritivas.
- Falta de espacios seguros: La ausencia de parques, áreas recreativas o instalaciones deportivas en barrios de bajos ingresos puede limitar las oportunidades para que los niños realicen actividad física.
- Inseguridad y violencia: La preocupación por la seguridad puede impedir que los padres permitan que sus hijos jueguen al aire libre.
- Acceso a información: Las familias en situaciones precarias pueden tener menos acceso a programas educativos sobre nutrición y salud.
- Prioridades inmediatas: La preocupación por satisfacer necesidades básicas como alimentación y vivienda puede dejar poco tiempo o recursos para enfocarse en hábitos saludables.
- Impacto del estrés económico: La inseguridad financiera puede aumentar los niveles de estrés en la familia, lo que puede conducir a patrones alimentarios poco saludables, como el consumo de alimentos reconfortantes altos en grasas y azúcares.
- Alimentación emocional: Los niños pueden desarrollar hábitos de alimentación emocional en respuesta al estrés en el hogar.
Y te podría mencionar muchas más cosas, imagínate.
“Las redes sociales permiten a los usuarios acceder a consejos de profesionales de la salud, programas de ejercicio y recetas saludables”
En este entorno, es de suponer que las redes sociales son un arma de doble fila. Si por un lado, se tiene acceso a información rigurosa y contrastada, también es verdad que encontramos muchos bulos que la gente “los compra” sin comprobar las fuentes.
Respuesta.- Efectivamente, las redes sociales actúan como un arma de doble filo en la difusión de información relacionada con la obesidad y la salud en general. Por ese motivo, también intenté comenzar a divulgar en RRSS, aunque es complicado.
Los aspectos más positivos son que las redes sociales permiten a los usuarios acceder a consejos de profesionales de la salud, programas de ejercicio y recetas saludables. Facilitan la creación de grupos y comunidades donde las personas pueden compartir experiencias, motivación y apoyo mutuo. También se pueden crear campañas de sensibilización importantes, por ejemplo, en mi caso el TRIS TRAS que es una forma de que la gente se mueva está llegando a muchísima gente con post con más de 500 mil visualizaciones.
Desgraciadamente, también tiene su lado malo. La facilidad para compartir información sin verificación conduce a la propagación de mitos, dietas extremas y soluciones milagrosas sin base científica. Personas sin formación médica o nutricional ofrecen consejos que pueden ser perjudiciales o ineficaces. Del mismo modo pasa con el ejercicio, los fitfluencer y coach de vida son horribles, yo los llamo los Chukytrainer. Y no te quiero habla de la promoción de ideales de belleza poco realistas puede afectar la autoestima y conducir a trastornos alimentarios, con app para cambiarte la cara, el cuerpo o lo que quieras.
Es decir. las redes sociales tienen el potencial de ser una herramienta poderosa para mejorar la salud pública, pero es esencial usarlas con precaución y criterio.
Para acabar, qué recomendaría, como profesional, a un ciudadano que percibe que está adquiriendo peso de forma descontrolada…
Respuesta.- Si una persona nota un aumento de peso descontrolado, es importante abordar la situación de manera proactiva y comprensiva. Mis recomendaciones serían:
Evaluación médica completa: Acudir a un médico de familia para descartar causas médicas subyacentes, como problemas hormonales (por ejemplo, hipotiroidismo) o metabólicos.
Historial clínico y pruebas diagnósticas: Un análisis detallado puede ayudar a identificar factores que contribuyen al aumento de peso
Aprender sobre elecciones alimentarias saludables y cómo equilibrar la ingesta calórica.
Las dietas muy restrictivas pueden ser insostenibles y perjudiciales para la salud.
Comenzar con actividades adecuadas al nivel de condición física actual, como caminar y comenzar con un programa de fuerza sencillo como el TRIS TRAS40+.
Puede ser útil para modificar patrones de pensamiento y comportamientos relacionados con la alimentación.
Compartir objetivos con seres queridos puede ofrecer motivación y respaldo, siempre que no sean tóxicos.
Implementar gradualmente hábitos saludables en lugar de buscar transformaciones radicales.
Para mí, es fundamental abordar el aumento de peso sin culpa ni estigmatización. La obesidad es una condición compleja influenciada por múltiples factores. Buscar ayuda profesional y adoptar un enfoque integral aumenta las posibilidades de lograr y mantener un peso saludable, mejorando la calidad de vida en general.
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