Varios estudios muestran el potencial de los fármacos antidiabetes en otras patologías como el alzhéimer, el párkinson y las adicciones al alcohol y las drogas.
Los agonistas de los GLP-1 se han hecho famosos por sus nombres artísticos: la ‘familia Ozempic’, entre los que destacan Wegoby, Mounjaro, Saxenda y Byetta. «Los medicamentos a base de GLP-1 se estudian ampliamente en muchas patologías: desde hepáticas metabólicas hasta enfermedades arteriales periféricas, pasando por el párkinson, el alzhéimer y muchos trastornos cerebrales caracterizados por adicción o dependencia [alcohol, tabaco y drogas]», dice el endocrinólogo canadiense Daniel Drucker, Princesa de Asturias y que comparte custodia creativa con media docena de científicos.
