José Luis Ayuso, psiquiatra: “La pandemia ha acelerado el incremento de la demanda de los servicios de salud mental”

La pérdida de seres queridos, el confinamiento, el miedo y la incertidumbre que conllevó la covid-19 ha pasado factura a la salud mental de la ciudadanía, que ya estaba tocada de antes. De hecho, la pandemia ha acelerado el incremento de la demanda de las consultas de este servicio, tal y como asegura el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de La Princesa (Madrid), José Luis Ayuso.

En una entrevista con EFEsalud, el psiquiatra, quien es el investigador principal del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), hace hincapié en cómo era la salud mental de la ciudadanía antes, durante y cinco años después de la pandemia, que embistió a un sistema sanitario “que no estaba preparado” para afrontarla.

Antes de la pandemia

La salud mental en España antes de la pandemia era similar a la de los países del entorno, señala el psiquiatra, de forma que las enfermedades mentales suponían un quinto de la carga de enfermedad vinculada con discapacidad en la población general.

No obstante, en los años previos a la covid, los especialistas ya evidenciaban una tendencia creciente en las cifras de mortalidad por suicidio, “particularmente preocupante y relevante en la población joven”, lo que auguraba que sería difícil pensar en conseguir uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir esa cifra un tercio para 2030: “la tendencia iba en sentido contrario”.

Durante la pandemia

Llega la pandemia de la covid y el sistema no estaba preparado “ni en lo más básico”, como los sistemas de protección.

En el ámbito de la salud mental, detalla el psiquiatra, la pandemia causó mucha situaciones de dolor de familiares que vieron como morían sus seres queridos sin ni siquiera poder despedirse.

Pero también de estrés por parte de los cuidadores y familiares de los enfermos, sin olvidar a los profesionales sanitarios, que tuvieron una sobrecarga de trabajo y unas vivencias en los hospitales de difícil olvido.

“El sistema sanitario se reorientó a los pacientes agudos de covid, pero dadas las evidencias de que las patologías psiquiátricas y las complicaciones psiquiátricas eran evidentes, se respetaron las plantillas de los profesionales de salud mental, para que siguieran haciendo lo que tenían que hacer”, señala el psiquiatra.

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Foto EFEsalud/BPC

Y es que había que atender a las personas con trastornos mentales crónicos, que requerían una continuidad asistencial, porque “ademas, era mas necesaria particularmente en esa situación”. Todo ello en un contexto de confinamiento y con la Atención Primaria saturada.

“La Atención Primaria hay que recordar cómo estaba (…) y muchas de las intervenciones que hacían eran telefónicas y es muy difícil identificar, en ese contexto, un paciente que no conoces si tiene depresión. Eso sí lo vimos, que los pacientes que venían referidos de la Atención Primaria bajaron bruscamente”, recuerda.

Esfuerzo y reto

Fue en la época más aguda del confinamiento, “que requirió un esfuerzo” de todos los profesionales para tratar de asegurar en la medida de lo posible seguir atendiendo al menos a los más graves.

No obstante, recuerda el psiquiatra, enseguida se pusieron para esos cuadros clínicos psiquiátricos surgidos a raíz de la pandemia programas específicos para hacer un seguimiento a esos pacientes dados de alta, así como para los profesionales sanitarios que lo necesitaban y cuidadores y personas que estaban viviendo situaciones difíciles, como tratar de sobrellevar el duelo.

“Fue un reto profesional y personal, pero creo que al final sientes la satisfacción de cómo los equipos responden ante estos retos, (…) con un sistema hizo frente a la situación de la mejor manera que pudo”, afirma Ayuso.

Cinco años después

Cinco años después, “es evidente que las cosas no han vuelto a ser igual”que antes de 2020, prosigue el experto. Hay cosas que, en su momento, se pensaba que iban a ocurrir, y “afortunadamente” no ocurrieron. En cambio, hay otras que los expertos nunca pensaron que podían pasar y pasaron.

Uno de los fenómenos que, según Ayuso, se ha hecho “evidente” es el incremento de la morbilidad psiquiátrica en la población infantojuvenil cuando se esperaba que fueran las personas mayores, más vulnerables a la covid, las que pudieran estar más afectadas, también por el aislamiento físico.

“Evidentemente en el ámbito de COVID, se ha ido acelerando una tendencia que había en la sociedad, un aumento de la demanda, no en el número de casos de enfermedad mental severa sino en las consultas por patología psiquiátrica menor”, asegura el psiquiatra.

En este sentido, uno de los aspectos positivos de la pandemia es “la sensibilización de la sociedad respecto a la importancia de los problemas de salud mental”. También un aumento de los recursos, según el psiquiatra, y la aprobación de un Plan de Acción para la Prevención del Suicidio, entre otras iniciativas.

Pero también, resalta, se están derivando a la atención especializada “problemáticas de la vida cotidiana que realmente no deberían ser derivadas a los especialistas y que no deberían medicalizarse”.

 

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