En las grandes ciudades, la alta concentración de personas y vehículos genera niveles de contaminación elevados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que la contaminación del aire provoca alrededor de 7 millones de muertes al año en todo el mundo. Enfermedades respiratorias, cardiovasculares y distintos tipos de cáncer son algunas de las consecuencias de la contaminación más graves para la salud.
Como otras ciudades, Barcelona ya ha comenzado un proceso de transformación con iniciativas como las “Supermanzanas”, espacios urbanos que priorizan al peatón y reducen la presencia de coches. Aunque estas medidas ya han mostrado efectos positivos, todavía se desconocen con exactitud los beneficios que podrían traer otros cambios previstos en el ámbito del transporte y el urbanismo.
