Los datos deben tomarse con mucha precaución porque, aunque se ha observado una relación, no concluyen que sea la causa directamente implicada.
La diabetes materna, incluidas la diabetes previa al embarazo y la gestacional, parece asociar un mayor riesgo de alteraciones en el neurodesarrollo de los recién nacidos: trastornos del espectro autista, trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o discapacidad intelectual, según los datos de una revisión de 202 estudios que incluyen más de 56 millones de parejas madre-hijo.
Los autores, de la Universidad Central del Sur, Changsha, en Hunan, y del Centro de Investigación Hipotalámica Hipofisaria, de la misma universidad, ambas en China, indican que la diabetes materna podría alterar el desarrollo cerebral fetal, lo que podría asociarse con un mayor riesgo de estos trastornos del neurodesarrollo y un deterioro del rendimiento neurológico en los niños.
Sin embargo, también insiste en que estos datos se tomen con mucha precaución, pues «son necesarias más investigaciones de alta calidad para establecer la causalidad y aclarar las asociaciones entre tipos específicos de diabetes y todo el espectro de trastornos del neurodesarrollo», señalan en The Lancet Diabetes & Endocrinology. Así, el objetivo, según Wenrui Ye, primer autor del estudio, fue sintetizar y evaluar la evidencia disponible sobre los efectos de la diabetes materna en el neurodesarrollo infantil.
Se incluyeron en el metanálisis 202 estudios con 56. 082. 462 parejas madre-hijo. De estos, en 110 (el 54 %) se examinó la diabetes gestacional, mientras que 80 (el 40 %) investigaron la diabetes pregestacional.
Del total de estudios revisados, 169 (un 84 %) se centraron exclusivamente en niños y adolescentes de hasta 18 años. En análisis que ajustaron al menos por un factor de confusión clave, la diabetes materna se asoció con un mayor riesgo de todos los tipos de trastornos del desarrollo neurológico, así como con puntuaciones más bajas en inteligencia y psicomotricidad.
Cuando ajustaron múltiples factores de confusión, los niños expuestos a diabetes materna tuvieron un mayor riesgo de cualquier trastorno del desarrollo neurológico: trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), discapacidad intelectual, trastornos específicos del desarrollo, de la comunicación, motor y del aprendizaje, en comparación con los niños no expuestos.
Otro datos es que la diabetes pregestacional materna se asoció más fuertemente con el riesgo de la mayoría de los trastornos del desarrollo neurológico en los niños que la diabetes gestacional.
No alarmar, sí prevenir
Para Maia Brik, especialista en Obstetricia y Medicina materno-fetal en el Servicio de Obstetricia del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, el estudio tiene una buena calidad científica. El trabajo es una revisión sistemática y metaanálisis que, a día de hoy, es el tipo de estudio con mayor calidad científica que existe junto con el ensayo clínico aleatorizado. La metodología que incluye está ajustada a los objetivos del estudio, señala a SMC España.
La especialista explica que el pronóstico de los hijos de madres diabéticas ha sido estudiado en profundidad, pero «es cierto que este estudio analiza una muestra muy grande de mujeres diabéticas y de sus hijos a largo plazo, por lo que las conclusiones son más robustas». El trabajo concluye que existe una asociación entre la diabetes gestacional y alteraciones en el neurodesarrollo durante la infancia y hasta los 18 años, lo que es un periodo bastante amplio. Sin embargo, que exista una relación no implica que sea la causa.
Brik indica que se sabe que el neurodesarrollo durante la infancia está sujeto a múltiples factores, tanto biológicos como psicosociales. «Es difícil establecer únicamente una causalidad. El neurodesarrollo a lo largo de 18 años puede modularse en función del ambiente, por lo que no hay que alertar a la sociedad, puesto que la diabetes tiene una prevalencia del 8-9 %. El cerebro del bebé y del niño y el neurodesarrollo es muy plástico y modulable en función del ambiente, la estimulación, entre otros factores».
A su juicio, las implicaciones de este artículo tendrían dos aspectos: por un lado, y fundamental, «la prevención de la diabetes durante el embarazo mediante la práctica de actividad física (150 minutos de actividad moderada a la semana, si no hay contraindicación) y una buena alimentación durante el embarazo, e incluso antes de buscar el embarazo, así como reducir la obesidad antes y evitar una ganancia de peso excesiva durante este. También desde el asesoramiento y el manejo de la mujer a la que se le diagnostica diabetes durante el embarazo».
***Noticia publicada en el portal Diario Médico el 16 de abril de 2025.