El consumo de tabaco no ha variado sensiblemente en los últimos años. La estrategia ‘endgame’ del tabaco, que busca el fin de la epidemia del tabaquismo, tiene como objetivo reducir el porcentaje de fumadores a menos del 5%
La Sociedad Española de Epidemiología ha elaborado un informe técnico que repasa el impacto de 20 años de medidas de prevención y control del tabaquismo en España. Aunque se hará público en junio, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, adelanta algunas de sus conclusiones
Los resultados de este informe muestran que ha aumentado la desigualdad en los determinantes del consumo de tabaco, siendo las personas de menor nivel educativo las que menos dejan de fumar
El tabaco causa cada año entre 50.000 y 60.000 muertes en España. Si bien la mortalidad está descendiendo en los hombres, está aumentando en las mujeres
Viernes, 30 de mayo de 2025.- A finales de 2025 se cumplirán 20 años de la puesta en marcha de la primera ley integral antitabaco en España, tras la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud en 2005. Dos décadas después, a lo largo de las cuales se han continuado implantando numerosas medidas para reducir la demanda de tabaco y que han supuesto un avance significativo en la salud pública, no se ha logrado disminuir la prevalencia del consumo como se esperaba.
El Grupo de Trabajo sobre Tabaco de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha elaborado un informe técnico en el que hace balance del impacto de estos 20 años de medidas de prevención y control del tabaquismo en España, y con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra el 31 de mayo, ha adelantado alguna de sus conclusiones.
La sociedad científica destaca que ha aumentado la desigualdad en los determinantes del consumo de tabaco. En el caso de los hombres, por ejemplo, fuman más los de menor nivel educativo, y en ambos sexos las personas de bajo nivel educativo dejan de fumar con menor frecuencia, una inequidad que se ha incrementado notablemente con el paso de los años.
Por otro lado, aunque la exposición de la población adulta al humo ambiental del tabaco (HAT) en lugares públicos se redujo considerablemente con la legislación del tabaco, en los últimos años parece haberse estabilizado. Además, diversos estudios han mostrado niveles elevados de HAT en espacios públicos abiertos como las terrazas de hostelería, lugares en los que la regulación es ambigua y donde los niveles de nicotina ambiental son similares a los de una casa con personas fumadoras.
La mortalidad aumenta en las mujeres
De acuerdo con el informe del grupo de trabajo de tabaco de la SEE, la carga de enfermedad debida al consumo de tabaco continúa siendo de gran magnitud, causando cada año en España entre 50.000 y 60.000 fallecimientos. La mortalidad está descendiendo en los hombres, pero está aumentando en las mujeres, debido a la diferente evolución de la epidemia del tabaquismo en España.
Lo que sí se ha logrado reducir a lo largo de estos 20 años es la carga de enfermedad causada por la exposición al HAT, lo que demuestra el éxito de las regulaciones en la prevención de esta exposición y su impacto en la reducción de la mortalidad.
Retos: otras formas de consumir tabaco y su publicidad
La SEE recuerda que, en la actualidad, el tabaco manufacturado no es el único producto de la industria tabacalera. El tabaco de liar, los cigarrillos electrónicos, el tabaco calentado y las pipas de agua se han popularizado con rapidez. Todos ellos, además de las bolsas de nicotina o los cigarrillos herbales, suponen un nuevo reto para el control del tabaquismo.
El Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS ha supuesto avances importantes en la regulación de la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco y otros productos. Sin embargo, la SEE recuerda que los puntos de venta todavía pueden exhibir estos productos y que no existe el empaquetado neutro, lo que limita la efectividad de estas medidas. La SEE señala también que la Ley 13/2022 ha dado pasos importantes para regular la publicidad directa e indirecta de productos del tabaco en redes sociales, si bien es posible que influencers internacionales que operan en países sin regulaciones equivalentes continúen difundiendo estos productos.
Históricamente, la industria del tabaco ha utilizado diversas estrategias para influir en las políticas de salud pública, una influencia que la OMS evalúa mediante el Índice Global del Tabaco, en el que España se situó en el puesto 36 entre los 90 países valorados en 2023. Esta puntuación refleja un empeoramiento con respecto al 2021, cuando España ocupó el puesto 32.
Lejos del objetivo endgame
Con todo, el control del tabaquismo en España ha avanzado gracias a la colaboración entre instituciones, organizaciones y ciudadanos, destacando la importancia de la cooperación multisectorial y la participación activa de la sociedad civil y las nuevas generaciones. Sin embargo, la alta prevalencia de fumadores en España (22,1% en 2020) está todavía lejos de los objetivos del endgame del tabaco, que busca el final de la epidemia de tabaquismo.
Algunos países como Bélgica, Francia, Irlanda, Reino Unido, Holanda, Finlandia, Noruega, Suecia, y Eslovenia ya han definido objetivos de endgame a nivel gubernamental, como disminuir la concentración de nicotina en los productos de tabaco, restringir su venta a las personas nacidas a partir de un año concreto, o limitar el número y horario de los establecimientos de venta.
Para avanzar hacia el final de esta epidemia, la SEE señala que es necesario un proceso de transición con medidas de control más intensas y efectivas, acompañadas de una fase de divulgación y sensibilización de la población. Solo así se podrá conseguir un gran apoyo social y consenso político, tal y como se logró con la primera ley de control del tabaquismo de 2005.