El gran desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en las últimas décadas, sus múltiples utilidades, sus diseños cada vez más atractivos y envolventes, y su total disponibilidad (24 horas al día, los 7 días de la semana) han facilitado que los videojuegos online, las redes sociales y otras actividades a través de dispositivos electrónicos con conexión a Internet, se hayan convertido en una de las formas preferidas de ocio y encuentro de muchos jóvenes.
Hoy en día nadie discute las ventajas que supone el uso de las TIC, sin embargo, existe una gran preocupación por la posible influencia negativa que puede tener el uso excesivo, problemático o adictivo de móviles, videojuegos y redes sociales en el desarrollo físico y psicosocial del niño y del adolescente, especialmente en aquellos más vulnerables, como sería el caso de los menores con problemas de salud mental.