La pareja tenía previsto casarse el próximo año, pero ante el delicado estado de salud de Javier, decidieron adelantar la boda
El personal sanitario se encargó de organizar la ceremonia con todos los detalles posible dentro de un entorno de cuidados intensivos
Javier lleva casi dos meses ingresado en el hospital por un proceso oncológico grave
26 de junio de 2025.- La Unidad de Cuidados Intensivos Quirúrgicos del Hospital
General Universitario Gregorio Marañón, centro público de la Comunidad de Madrid, ha
sido testigo de la boda de Esther y Javier (37 años), una pareja que, ante la situación
clínica delicada de Javier por un proceso oncológico grave, decidió formalizar su
compromiso antes de la fecha prevista para el año que viene, tras catorce años de
noviazgo.
Con el apoyo del equipo médico y de enfermería, y la colaboración de sus familiares, se
organizó la ceremonia de forma sencilla, pero profundamente significativa. Los novios
trasladaron al personal de enfermería su voluntad de casarse en el hospital y el equipo
sanitario no dudó en decirles que sí. Cristóbal Ruiz, enfermero de la UCI quirúrgica ha
explicado que, “en ese momento, llamó a la jefa de Enfermería, Carmen Huertas, para
comentarle el caso con los médicos y a partir de ahí empezó a investigar el
procedimiento necesario para hacer posible la boda”.
Tras el visto bueno de la dirección del centro, el personal sanitario se puso manos a la
obra e incluso tuvieron una labor de Wedding Planners, según ha comentado Cristóbal
Ruiz. De esta forma, se preparó y adaptó la habitación del paciente para garantizar su
seguridad y bienestar.
Además, Claudia Menéndez, médica del Servicio de Anestesiología y Reanimación, ha
señalado que le dejaron sus tiempos para que pudieran prepararse tanto a nivel
emocional, como para ultimar detalles que, aunque se produjera en un hospital, era
importantes para ellos, como en cualquier boda. Hay que recordar que Javier lleva casi
dos meses ingresado en el Hospital Gregorio Marañón.
Con todo listo, la pareja formalizó su matrimonio, junto con la presencia del juez y
acompañados de sus familiares y del personal sanitario de la UCI quirúrgica. Una
ceremonia en la que no faltaron flores, música suave y palabras de amor que marcaron
un momento único tanto para la pareja como para todos los presentes..
“Ha sido muy emotivo, porque al final esto no deja de ser una UCI en la que los pacientes
están muy malitos y hemos podido cumplir el deseo de Javier y su esposa de casarse”,
ha transmitido Claudia Menéndez.
Así, desde el Hospital Gregorio Marañón se ha facilitado este momento cumpliendo
todos los protocolos asistenciales y reflejando el compromiso con una atención sanitaria humanizada, que el centro entiende va más allá de los tratamientos y cuidados y que
aborda, en muchos casos, distintos aspectos personales de los pacientes que también
contribuyen a su bienestar y recuperación.