La fatiga visual se asocia directamente a una función esencial que olvidamos mientras usamos las pantallas: parpadear
Muchas personas en algunas ocasiones han sentido picor en los ojos tras una larga jornada frente al ordenador, a lo que se puede sumar escozor, lagrimeo o incluso visión borrosa. Quizá están experimentando astenopia acomodativa, también conocida como fatiga visual o síndrome de la fatiga ocular, una de las consecuencias más comunes del uso prolongado de pantallas y de la sequedad ocular.
“La astenopia es el cansancio de la acomodación ocular”, explica el Dr. Ramón Bárcena, director médico de Miranza Santander. “Es una condición que cada vez vemos más en personas que trabajan frente a pantallas durante ocho o diez horas al día, y suele manifestarse con dolor de cabeza, picor ocular, lagrimeo o escozor. Todo ello está estrechamente relacionado con la reducción del ritmo de parpadeo”.
La fatiga visual se asocia directamente a una función esencial que olvidamos mientras usamos las pantallas: parpadear. “Se calcula que el parpadeo con pantallas disminuye en más de un 40%, con lo cual aumenta la sequedad del ojo y puede desencadenar el síndrome del ojo seco”, añade el especialista.
Para prevenir o tratar esta patología, el experto aconseja aplicar medidas que reduzcan el tiempo delante de las pantallas, como realizar ejercicios oculares. Para ello, es recomendable vigilar la iluminación en el entorno de trabajo, mantener los monitores a una distancia adecuada, evitar entornos secos o calurosos o realizar pausas periódicas. Todo ello, además, ayudará a evitar la sequedad ocular, lo que puede derivar en el síndrome del ojo seco.
Síndrome del ojo seco
El síndrome del ojo seco aparece cuando las lágrimas no lubrican correctamente la superficie ocular. Esto provoca molestias, problemas visuales e incluso lesiones que afectan a la córnea, lo que impacta directamente en la calidad de vida de las personas que lo padecen.
En este sentido, desde Miranza, grupo líder en oftalmología con cerca de 40 centros en España, se acaba de llevar a cabo un seminario teórico-práctico sobre el diagnóstico y tratamiento de este síndrome, organizado por la Unidad de Ojo Seco de IMO Grupo Miranza. Una jornada dirigida a profesionales, centrada en el manejo integral de esta enfermedad, con un taller práctico y actualización sobre las últimas tendencias terapéuticas.
Además, este mismo mes, la Dra. Itxaso Herrera, oftalmóloga en Miranza Clínica Begoña, figura como coautora del artículo “Emerging Age-Specific Therapeutic Approaches for Dry Eye Disease”, publicado por la prestigiosa revista científica Journal of Clinical Medicine. En este trabajo, la doctora destaca estrategias diagnósticas y terapéuticas del ojo seco con un enfoque innovador según las diferentes etapas de la vida, reconociendo que se trata de una patología que puede afectar a personas de cualquier edad, con síntomas y retos específicos en cada caso.
El parpadeo cumple una función esencial en la salud ocular porque cada vez que parpadeamos, se extiende una fina capa de lágrima sobre la superficie del ojo, lo que nos ayuda a mantenerla lubricada y protegida. En este sentido, el Dr. Ramón Bárcena insiste en la importancia de tomar medidas para aumentar el parpadeo y proporciona seis claves para conseguirlo.
Así, recomienda descansos regulares si se trabaja regularmente frente a una pantalla, lo más recomendable es aplicar la regla 20-20-20, que consiste en descansar la vista cada 20 minutos, durante al menos 20 segundos, enfocando algo que esté a más de 6 metros (20 pies). También realizar un parpadeo consciente, de tal manera que al notar que el número de parpadeos disminuye, es recomendable aumentar el ritmo conscientemente.
Por otro lado, aconseja el uso de humidificares, ya que mantienen la humedad perfecta y ayuda a reducir la sequedad ocular, aumentando el parpadeo. Además, el uso de lagrimas artificiales proporcionan un alivio inmediato y ayudan a restaurar la hidratación.
***Artículo publicado en ConSalud.es el día 30 de junio de 2025