Las mutaciones en PPP2R1A pueden ser un biomarcador valioso para guiar la terapia en carcinoma de células claras de ovario y pueden ofrecer un nuevo objetivo terapéutico.
Las mujeres afectadas de carcinoma de células claras de ovario (OCCC, por sus siglas en inglés) cuyos tumores tienen mutaciones específicas en el gen PPP2R1A tuvieron una mejor supervivencia después de la inmunoterapia en comparación con las pacientes que no presentaron estas mutaciones, según investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, Houston, Estados Unidos.
Los datos, publicados en Nature, sugieren que las mutaciones PPP2R1A podrían ser un biomarcador valioso para ayudar a guiar el tratamiento de este subtipo de cáncer de ovario difícil de tratar y pueden ofrecer un nuevo objetivo terapéutico para mejorar aún más los resultados en múltiples tipos de cáncer.
Los resultados del estudio encontraron que los pacientes con OCCC con mutación PPP2R1A tenían una supervivencia general media de más de cinco años (66,9 meses) después del tratamiento de inmunoterapia, en comparación con solo 9,2 meses para los pacientes sin esta mutación.
«El desarrollo de inmunoterapias eficaces para el cáncer de ovario, incluyendo subtipos raros como el carcinoma de células claras de ovario, sigue siendo una importante necesidad clínica insatisfecha«, según Amir Jazaeri, coautor principal y profesor de Oncología Ginecológica y Medicina Reproductiva del citado centro. «Nuestro estudio es el primero en demostrar la importancia clínica de las mutaciones de PPP2R1A y abre la puerta a nuevas estrategias que podrían beneficiar a muchas más pacientes».
En un ensayo de fase II, los investigadores analizaron los resultados en una cohorte de 34 pacientes con CCOC resistente al tratamiento que habían recibido una combinación de inhibidores de puntos de control inmunitario: durvalumab y tremelimumab. Basándose en sus hallazgos en el CCOC, los expertos también analizaron dos cohortes independientes adicionales: una compuesta por pacientes con cáncer de endometrio y la otra con más de 9.000 pacientes con múltiples tipos de cáncer que recibieron inmunoterapia.
Los análisis confirmaron la mejora de la supervivencia general (SG) tras la inmunoterapia en pacientes con mutaciones tumorales del gen PPP2R1A.
Paralelamente, investigaciones de laboratorio demostraron que la focalización de PPP2R1A, tanto ‘in vitro’ como ‘in vivo’, también se asoció con una mejor respuesta a la inmunoterapia, lo que sugiere una relación causal. Esto también indica que las terapias dirigidas a PPP2R1A y la vía molecular asociada de la proteína fosfatasa 2A (PP2A) podrían incorporarse a la inmunoterapia para optimizar aún más los resultados.
Beneficios para otros tipos de cáncer
«No solo identificamos un nuevo biomarcador en el cáncer de ovario, sino que también confirmamos beneficios en la supervivencia en otros tipos de cáncer», señala Jazaeri. Dado que las mutaciones de PPP2R1A son relativamente poco frecuentes, «creemos que se podrían obtener los mismos beneficios al actuar sobre la vía PPP2A mediante fármacos, y actualmente estamos evaluando esto en un ensayo clínico en el MD Anderson».
El estudio representa una colaboración continua entre múltiples disciplinas, dirigida por los coautores principales además de Jazaeri: Linghua Wang, profesor asociado de Medicina Genómica y miembro asociado del Instituto James P. Allison y codirector del área de enfoque con el Instituto de Ciencias de Datos en Oncología: y Rugang Zhang, presidente de Terapéutica Experimental.