Investigadores del Incliva han desarrollado de una herramienta más precisa y no invasiva que permite identificar quién tiene realmente riesgo de recaer y actuar a tiempo.
El cáncer colorrectal es el tercer tumor más frecuente en el mundo y la segunda causa de muerte por cáncer, con casi dos millones de casos anuales. Actualmente, las decisiones sobre el tratamiento tras la cirugía aún se basan en la anatomía patológica y eso conlleva dos grandes problemas: hasta un 30-40 por ciento de los pacientes recaen, pese a haber sido considerados curados; y entre un 60-70 por ciento recibe quimioterapia innecesaria, con toxicidades importantes y un alto coste sanitario. Por ello, el desarrollo de nuevas herramientas para “afinar” su abordaje es fundamental.