La perfusión toracoabdominal normotérmica o PTAN se aplica, tras la declaración de muerte por parada cardiaca y sin perfusión cerebral efectiva, restableciendo la circulación con apoyo de circulación extracorpórea para preservar y evaluar los órganos.
La técnica se ha desarrollado para reducir el daño por isquemia que sufren los órganos, especialmente relevante para el corazón durante la donación.
Los cirujanos torácicos confirman que la utilización de pulmones es comparable a la obtenida con la técnica estándar de extracción rápida en asistolia.
España cuenta con un protocolo nacional con PTAN que define pasos y tiempos claros por órgano y facilita la coordinación entre los equipos extractores.
22 de octubre de 2025– La donación de órganos en asistolia con una perfusión toracoabdominal normotérmica (PTAN) permite preservar de forma eficaz los órganos extraídos para trasplante de pacientes que han fallecido por parada cardíaca controlada. Esta técnica, introducida en España a partir de 2020, se ha ido implantando de manera progresiva en muchos hospitales. La Dra. Anna Minasyan, cirujana torácica experta en trasplante pulmonar del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, analizó su aplicación, el perfil del donante y la calidad de los órganos obtenidos en la ponencia “Donante en asistolia controlada con perfusión toracoabdominal normotérmica”, presentada en el Congreso Nacional de la SECT de este año.
“Cuando hablamos de donación en asistolia controlada nos referimos a que el fallecimiento del donante ocurre en un entorno hospitalario, donde la parada cardíaca es prevista y controlada. Una vez constatada la muerte, se puede iniciar la preservación de órganos”, explica la Dra. Minasyan. La perfusión toracoabdominal normotérmica (PTAN) es una técnica de preservación de órganos in situ, es decir, dentro del cuerpo del donante, que restaura la circulación sanguínea oxigenada a los órganos torácicos (corazón y pulmones) y abdominales (hígado y riñones) mediante circulación extracorpórea. Se realiza a temperatura corporal normal (≈36 °C) y, por ello, se denomina normotermia. Para evitar cualquier perfusión cerebral y no revertir la situación de muerte encefálica, se identifican, disecan y seccionan los vasos supraaórticos, “El objetivo es mantener la función, evaluar in situ y seleccionar el mayor número de órganos toracoabdominales aptos para trasplante”, añade la Dra. Minasyan.