La doctora Isabel Hernández Otero nació en Zaragoza, ciudad en la que estudió la carrera de Medicina y Cirugía. Realizó la especialidad de Psiquiatría de adultos en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba siendo beneficiaria de una beca de la Fundación Castilla del Pino para cursar su último año de Residencia en el Hospital Bellevue de Nueva York (Child Study Center, NYU). Posteriormente se tralada a Londres (Reino Unido) para realizar la Especialidad en Psiquiatría del Niño y del Adolescente, con el apoyo de una beca de la Fundación Alicia Koplowitz. Al terminar la Especialidad, se traslada a la ciudad de Málaga y comienza a Coordinar la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, cargo que ha ostentado durante 12 años.
La doctora Hernández Otero ha recibido numerosos premios y reconocimientos durante su trayectoria clínica e investigadora, y ha publicado tanto artículos de divulgación como en revistas de alto impacto. Amante de la formación y el estudio, la Dra. Es también Psicóloga, con especialidades Clínica y Educativa, Criminóloga, y actualmente cursa el Grado Universitario en Derecho. Tiene 6 Masteres Universitarios y 8 cursos de Experto Universitario en distintos temas relacionados con la infancia y la adolescencia. Colabora con Asociaciones y con familias para mejorar la atención a los niños y adolescentes con diversidad funcional.
La doctora Hernández Otero es una apasionada de su trabajo, sus hijos y la formación continua.
Hace pocos días se anunciaba que ya está disponible en España ‘brexpiprazol’, un nuevo tratamiento de la esquizofrenia en adolescentes a partir de los 13 años. ¿Estamos ante una buena noticia para hacer frente a esta enfermedad mental en esta franja de edad?
Respuesta.- Sin duda alguna. La esquizofrenia infanto-juvenil es una enfermedad grave e invalidante, por lo que cualquier alternativa terapéutica para su tratamiento es muy necesaria.
En ese mismo comunicado de prensa se afirmaba que “Un 8% de los casos de esquizofrenia debutan en la etapa infanto-juvenil, antes de los 18 años, con una mayor alteración de la percepción, ideas delirantes menos estructuradas que los adultos, así como una mayor apatía y alteraciones de conducta”. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Respuesta.- La esquizofrenia en niños y adolescentes tiene una forma de presentación clínica diferente a la del adulto, lo que conlleva muchas veces un retraso en el diagnóstico. Los síntomas se aprecian sobre todo en el comportamiento, apareciendo conductas desorganizadas y pérdida de habilidades que los pacientes ya habían adquirido. Es fundamental por tanto contar con Especialistas en Psiquiatría del Niño y del Adolescente que puedan detectar la enfermedad para poder tratarla cuanto antes.
«Las crisis emocionales se caracterizan por oscilaciones en el estado de ánimo… los adolescentes son “extremos” en su forma de ver lo que les rodea, pasando de ser el mejor día de sus vidas a ser el peor en función de pequeños cambios (he suspendido un examen o estoy bien con mis amigos)»
¿Qué podemos hacer como sociedad para mejorar la salud mental de nuestros menores y adolescentes?
Respuesta.- En mi opinión tenemos que “volver a educar”. Esto se traduciría en pasar más tiempo de calidad con nuestros hijos, enseñar a tolerar la frustración y a no tener las cosas que quieren de forma inmediata, y por supuesto a pasar mas tiempo relacionándose con otros niños, fuera de la casa y alejados de pantallas.
¿Cómo se diferencia un brote psicótico de una crisis emocional propia de la adolescencia?
Respuesta.- Las crisis emocionales se caracterizan por oscilaciones en el estado de ánimo… los adolescentes son “extremos” en su forma de ver lo que les rodea, pasando de ser el mejor día de sus vidas a ser el peor en función de pequeños cambios (he suspendido un examen o estoy bien con mis amigos). El debut de una esquizofrenia se caracteriza por una “ruptura” en la forma de ser del niño que se mantiene en el tiempo, no oscila, y en la que los pacientes se aislan, pierden funcionalidad y comienzan a comportarse de forma extraña o “atípica”.
DESCUBRE A… DRA. ISABEL HERNÁNDEZ OTERO EN DIEZ PREGUNTAS
¿Qué peso tienen la genética y el entorno familiar y social en el desarrollo de la esquizofrenia?
Respuesta.- Ambos tienen mucho peso. La esquizofrenia es de los trastornos que más se heredan, junto con el trastorno bipolar o el TDAH. La herencia genética junto con un ambiente desfavorable, donde el nivel de estrés es alto o comienza un consumo de sustancias, pueden “activar” esa base genética y encontrarnos con el desarrollo de la enfermedad.
¿Cómo influyen los traumas infantiles o el estrés en la aparición de este trastorno?
Respuesta.- Los traumas o el estrés son factores que pueden desencadenar la enfermedad en una base genética ya de por sí con predisposición a la misma. Otros factores muy importantes son el consumo de sustancias psicoactivas, en especial el cannabis.
«La familia debe educar, y el entorno educativo afianzar esa educación. Los niños con esquizofrenia van a ser adultos con esquizofrenia, y el curso de la enfermedad sabemos que es deteriorante»
¿Qué papel juegan la familia y el entorno educativo en la evolución del paciente?
Respuesta.- La familia debe educar, y el entorno educativo afianzar esa educación. Los niños con esquizofrenia van a ser adultos con esquizofrenia, y el curso de la enfermedad sabemos que es deteriorante. La familia debe conocer cómo tratarla, cómo minimizar las recaídas mediante hábitos de vida saludables y como apoyar y acompañar a los niños en su proceso. El Colegio es fundamental para realizar aquellas adaptaciones que sean posibles para mejorar el desempeño de los pacientes.
¿Cómo se le explica a un adolescente que padece esquizofrenia?
Respuesta.- Con firmeza, sinceridad, y actitud positiva. La enfermedad puede controlarse con un tratamiento adecuado y un buen seguimiento, y minimizar el impacto negativo futuro a nivel de funcionamiento. El adolescente debe conocer bien en qué consiste el trastorno, cómo tratarlo y cómo seguir adelante y no ponerse limitaciones antes de que puedan o no aparecer.
¿Qué mensaje daría a unos padres que acaban de recibir este diagnóstico?
Respuesta.- Que sigan adelante y se apoyen en los profesionales y en todas las personas que les puedan ayudar. La enfermedad llevará su curso pero podemos hacerlo mucho más favorable trabajando de forma conjunta. Como decía Feurstein (psicólogo y pedagogo rumano), “no permitamos que los genes tengan la última palabra”.
¿Cómo se puede reconstruir la vida familiar después de un brote psicótico?
Respuesta.- Elaborando el “duelo” que supone un evento traumático de estas características, aprendiendo de la enfermedad y con ella, cómo tratarla y tenerla controlada, y construyendo un entorno lo más favorable posible.
Para terminar… ¿Qué ha aprendido usted personalmente al trabajar con estos jóvenes?
Respuesta.- He aprendido a “reirme” un poco de la vida todos los días.
