- Una ciudad para vivir…
Lisboa. Por su luz, su mezcla de culturas y su ritmo tranquilo.
- Una pasión…
En realidad, dos: la inteligencia epidemiológica —porque entender los patrones invisibles de las enfermedades es anticiparse al futuro— y la divulgación científica disruptiva, esa que no se conforma con repetir lo de siempre, sino que busca remover conciencias y transformar realidades.
- ¿Cine o teatro?
Cine, sin duda… aunque el teatro tiene algo mágico.
- El último libro que ha leído…
Panza de burro, de Andrea Abreu. Como buen canario, leerlo ha sido como volver a casa con los cinco sentidos.
- Su comida favorita…
- Un buen pan … tengo debilidad por las levaduras (risas)
- Si Manuel Linares Rufo no fuera microbiólogo, ¿qué profesión ejercería?
Probablemente periodista. Pero no de plató ni de titulares rápidos, sino algo más cercano a lo que decía Kapuściński: “para ser buen periodista hay que ser buena persona”. Me gusta contar historias que incomodan, que dan voz a los que no la tienen, que expliquen el mundo con profundidad. En el fondo, la microbiología y el periodismo se parecen más de lo que parece: ambos buscan la verdad… aunque a veces cueste encontrarla bajo el microscopio o entre tanto ruido.
- Su canción favorita…
Boplicity, de Birth of the Cool (Miles Davis). Es una pieza que marca un antes y un después, con ese aire de sofisticación que no necesita levantar la voz para hacerse notar. Como en la ciencia: a veces lo más revolucionario ocurre en silencio.
- ¿Qué le quita el sueño?
La desigualdad en el acceso a la salud… y la estupidez humana, que a veces parece más contagiosa que cualquier virus. Ambas cosas, aunque diferentes, terminan afectando gravemente al bienestar colectivo.
- ¿Cuál fue su último viaje?
A Brighton, en el Reino Unido, con la familia. Un viaje de esos que combinan brisa marina, fish & chips y charlas largas bajo cielos nublados. A veces, lo mejor del viaje no es el destino, sino con quién lo compartes.
- ¿Qué es aquello que más le horroriza?
La indiferencia ante el sufrimiento ajeno.