Ayer se celebró el Día Mundial del Riñón. Desde el año 2006, la Sociedad Internacional de Nefrología, – ISN-, y la Fundación de Federaciones Renales, -NKF-, vienen animando a todas las Sociedades de Nefrología y a las Asociaciones de Enfermos Renales, la celebración del “Día Mundial del Riñón”, una campaña mundial destinada a concienciar sobre la importancia de nuestros riñones.
La enfermedad renal crónica la padecen 1 de cada 10 adultos en todo el mundo Si no se trata, puede ser mortal. Si bien la detección temprana permite la atención y el manejo de la enfermedad para ayudar a prevenir la morbilidad y la mortalidad y mejorar la rentabilidad y la sostenibilidad, la mortalidad relacionada con la enfermedad renal continúa aumentando cada año y se prevé que sea la quinta causa principal de muerte para 2040, según explica en su web la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica.
El hecho de que el 10% de la población mundial sufre de alguna enfermedad renal crónica, pero no suelen darse cuenta hasta que el problema ya se encuentra bastante avanzado y los únicos caminos que les quedan por transitar es la diálisis o un trasplante de riñón supone un problema de salud mucho más importante de lo que parece. Y decimos que es importante porque los riñones son el gran filtro del cuerpo que ayuda a desechar todas las toxinas que producimos o ingerimos, por medio de la orina. Si este filtro no funciona o se obstruye, nos intoxicaremos a niveles que pueden llegar a ser letales.
Ahora bien, tener unos riñones enfermos también aumenta las posibilidades de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebro vasculares, dado que nuestra sangre permanecerá sucia, bien sea por exceso de colesterol, es decir grasa, o cualquier otro tipo de sedimentos que no fueron drenados por medio de la orina.
La buena noticia, es que detectar cualquier malfuncionamiento en los riñones es muy sencillo. Basta un simple análisis de sangre y orina. Si los riñones están trabajando como deben, los niveles arrojados por los análisis estarán en sus patrones normales, pero si cualquiera se encuentra fuera de rango, es motivo para realizar un estudio más a fondo.
El lema de este año es “Prepararse para lo inesperado apoyando a los vulnerables”. Lo inesperado hace referencia a los desastres medioambientales o humanos, ya sean terremotos, guerras, inundaciones o condiciones meteorológicas extremas. En estas circunstancias, los afectados por enfermedades crónicas como los pacientes renales necesitan mayor apoyo y preparación.
Una de las ventajas La buena noticia, es que detectar cualquier malfuncionamiento en los riñones es muy sencillo, porque solo basta un simple análisis de sangre y orina. Si los riñones están trabajando como deben, los niveles arrojados por los análisis estarán en sus patrones normales, pero si cualquiera se encuentra fuera de rango, es motivo para realizar un estudio más a fondo; en resumen, menos proteínas, muchas más frutas y verduras. Además de reducir los lácteos.
Pero la salud renal también va asociada con otro aspecto social importante. Uno de los datos más llamativos sobre las lesiones renales agudas, es que estas se suelen presentar en los sectores más deprimidos de la sociedad, aquellos que tienen menores ingresos.
Las principales razones que justifican este hecho son, el bajo ingreso del hogar que le impide llevar una dieta sana, lo que puede acarrear con el tiempo una enfermedad en el riñón, pero también están los altos costos de los tratamientos de las enfermedades renales que, en la mayoría de los casos, resultan imposibles de pagar para algunas familias.
La Dirección Territorial de Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) informa de que Melilla se une a la celebración del Día Mundial del Riñón. El siguiente video se entrevista al nefrólogo del Hospital Comarcal y coordinador de la Comisión de Trasplantes, Zakariae Koraichi, y a las enfermeras Manoli Barroso (supervisora) y Liliana Maldonado:
(Fuente; Prensa DT INGESA Melilla)
Precisamente el Día Mundial del Riñón nació para crear conciencia en el sector público para que brinde el apoyo a los centros de salud de sus países y así generar una red de ayuda al paciente con enfermedades renales.
Como en otras muchas patologías, una ayuda que, en definitiva, a veces, tiene que venir de la mano de la investigación y de la ciencia. Por eso es tan importante la apuesta por la ciencia porque, como en caso de los enfermos renales, estamos hablando de vidas humanas, y de personas. Y ello debe ser la prioridad de cualquier Gobierno. Antes que las siglas.
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