diálogos

Debemos adoptar hábitos de vida cardiosaludable desde la infancia

El doctor Andres Íñiguez es Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Cardiología. Hizo su especialidad vía MIR en el Hospital Clínico Universitario de Madrid y posteriormente trabajó como jefe asociado de cardiología intervencionista en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. En la actualidad es jefe de Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Hospital Álvaro Cunqueiro).

Es Diplomado en Gestión de Servicios Clínicos con Máster en Alta Dirección Sanitaria. Tiene más de 500 contribuciones científicas entre artículos, comunicaciones a congresos nacionales e internacionales y edición de libros y capítulos en libros. Fue presidente de la Sociedad Española de Cardiología entre 2015-2017 y actualmente es presidente de la Fundación Española del Corazón.

 

 

 

Este año ha sido reconocido con el Premio Nacional de Medicina. Con ese motivo usted realizo unas declaraciones que, entre otras cuestiones, manifestaba que en Cardiología se había aportado algo muy importante para los pacientes: tratar sus problemas cardiovasculares de forma mínimamente invasiva, restarles agresividad a los tratamientos, conseguir que las intervenciones sean más leves, y con una recuperación más rápida… ¿Diríamos que estamos ante una ‘revolución’ en esta especialidad?

Respuesta: Sin duda que el avance del conocimiento cardiovascular ha sido y sigue siendo una revolución, en muchos ámbitos; el farmacológico, con la incorporación al arsenal terapéutico de los betabloqueantes, de los antiagregantes, de los anticoagulantes de acción directa, de las estatinas y otros hipolipemiantes, de los nuevos fármacos para la insuficiencia cardíaca, para la miocardiopatía  hipertrófica, entre otros. Pero también en el terreno tecnológico, con la incorporación de las nuevas técnicas de imagen avanzada como la  ecocardiografía tridimensional, la Resonancia Magnética y TC cardiovasculares; en el terreno de procedimientos intervencionistas coronarios, estructurales valvulares y no valvulares, arritmológicos; y hasta en el organizativo, con el establecimiento de redes asistenciales para el tratamiento del infarto agudo de miocardio, del síndrome coronario agudo, del shock, de la insuficiencia cardíaca, del trasplante cardíaco. Si, efectivamente hemos y estamos asistiendo a una permanente revolución, en la que se aúnan el conocimiento y el avance tecnológico y organizativo.

 

La salud cardiovascular de nuestros menores y adolescentes está mal, y hay que decirlo claramente

 

Usted está considerado como uno de los cardiólogos más prestigiosos de España… ¿Cómo influye esto en su actividad asistencial diaria?

Respuesta: Muchas gracias por tan amable consideración. Quizás mi mayor o menor prestigio profesional solo es fruto del trabajo diario de los últimos 40 años. En este sentido si creo que me he dedicado en cuerpo y alma a mi profesión, y por ende a tratar y mejorar la situación clínica de los pacientes. Y a intentar contribuir desde las diferentes posiciones de responsabilidad que he tenido en diferentes organizaciones a aportar siempre algo positivo.

 

Hoy, 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón. En la web de la Fundación Española del Corazón se indican que cada año mueren 17,9 personas a causa de la enfermedad cardiovascular. Estamos ante la primera causa de muerte en todo el mundo. ¿Qué se puede hacer para frenar esta lacra?

Respuesta: Efectivamente, cada año mueren casi 18 millones de personas en el mundo por enfermedades cardiovasculares, más de 1,7 millones en Europa y unos 120.000 en España. Evitar esto es posible, o por lo menos es posible evitar el 80% de las muertes prematuras por enfermedad cardiovascular. Para ello debemos, en primer lugar, adoptar hábitos de vida cardiosaludables desde la infancia (adecuada alimentación, ejercicio físico regularmente, no tóxicos – tabaco ni alcohol-. En segundo lugar, controlar si es que los tenemos los denominados factores de riesgo (tensión arterial, diabetes colesterol elevados, estrés, soledad). En tercer lugar, concienciar a los ciudadanos del enorme y negativo impacto que tienen las enfermedades cardiovasculares, precisamente para hacer posibles los dos puntos anteriores. Y en cuarto lugar, convencer a las autoridades, políticos y otras organizaciones de que deben apoyar y financiar la prevención cardiovascular, la promoción de los hábitos cardiosaludables y la información  adecuada en este terreno de la sociedad civil.

 

DESCUBRE… A ANDRÉS ÍÑIGUEZ EN DIEZ PREGUNTAS

 

¿Qué es la cardiología intervencionista? Usted está considerado uno de los mejores especialistas españoles…

Respuesta: La cardiología intervencionista es una super-especialidad de la cardiología, fruto del avance del conocimiento y del desarrollo de la tecnología a lo largo de las últimas décadas. Es una capacitación adicional que te posibilita a tratar de forma poco invasiva mediante el uso de catéteres, patologías que antes no podían diagnosticarse tan precisamente (y que fue posible tras la introducción de la coronariografía diagnóstica), y tratarlas también de forma mínimamente invasiva (precisando solo anestesia local y una punción en una arteria o en una vena) para desobstruir una arteria coronaria, para implantar una válvula cardíaca o para cerrar un defecto estructural en el corazón, en vez de tener que recurrir a una cirugía convencional para solucionar estos problemas.

Y también muchas gracias por tan amable consideración respecto a mi cualificación profesional.

 

Centrándonos ahora en nuestros menores y adolescentes, ¿cómo está su salud cardiovascular?

Respuesta: La salud cardiovascular de nuestros menores y adolescentes está mal, y hay que decirlo claramente. Pues de lo contrario tendremos en el futuro inmediato aún más enfermos con patologías cardiovasculares si no se corrigen determinados hábitos insanos en ellos.

Fijase que hace un año y medio, o algo más, la Fundación Española del Corazón realizó una encuesta en niños menores de 15 años. El resultado fue bastante decepcionante. Pues a esa tan temprana edad, el 41% de los niños tenía ya al menos 2 factores de riesgo cardiovascular presentes (mayoritariamente sobrepeso [el 20.5%] u obesidad [8.7%]  y sedentarismo [29.3%]). Pero también baja adhesión a dieta mediterránea [39%]. Y paradójicamente los padres opinaban en el 97% de los casos que la salud que percibían en sus hijos era buena o muy buena.

De ahí la importancia de proporcionar la información y formación adecuada, no solo para corregir estos hábitos no saludables, sino también para concienciar de cómo conseguir una buena salud cardiovascular y no dejarse guiar por nuestras falsas percepciones.

 

La ciencia, es una manera de pensar, el cultivar cualquier actividad científica es un fenómeno profundamente anclado en el pensamiento médico, si bien el pensamiento médico necesita una aproximación empírica a la salud y a la enfermedad

 

Un reciente estudio advierte que el colesterol daña nuestras arterias mucho antes de lo que se pensaba, y nos indica también que el riesgo de padecer arterioesclerosis se presenta desde edades tempranas. De ahí la importancia de controlar el colesterol desde pequeños… Pero vivimos en un momento en que nuestro día a día hace que cuidemos muy poco nuestra alimentación. ¿Qué podemos hacer para modificar nuestros hábitos de alimentación, especialmente los de nuestros más jóvenes?

Respuesta: Como le comentaba los actuales niños de menos de 15 años tienen objetivamente una mala adherencia a dietas saludables. De ahí la necesidad de fomentar una alimentación adecuada y sana. Y sé que esto no es fácil, pues estamos sometidos a numerosos condicionantes: económicos (es más barata la comida “basura”, que alimentos como el pescado, la fruta, legumbres, verduras), sociales (esta más de moda comerse una hamburguesa que un plato de lentejas), publicitarios (las compañías de comida rápida dedican millones de euros a publicitar y tratar de crear una imagen de felicidad con el consumo de sus productos), y hasta de comodidad (es más rápido y cómodo comer un plato de comida precocinada de alto contenido en grasas insaturadas, que elaborar nosotros un plato cardiosaludable). En esto el papel de los padres y el de los colegios en la conducta de los niños y en crearles hábitos saludables es fundamental.

 

Tenemos otras “patatas calientes” (permítanos la expresión)… Nos referimos al tabaquismo, a la obesidad, a la hipertensión… ¿Cómo podemos hacer frente?

Respuesta: Para hacerles frente, hay que tomar conciencia de que son factores muy perjudiciales, y que, si los tenemos, debemos controlarlos para evitar que nos produzcan las enfermedades cardiovasculares. Para ello es fundamental conocer cuales son las cifras normales de tensión arterial, de colesterol, de glucosa en sangre, llevar una dieta sana y hacer un ejercicio regularmente, y si aun con estas medidas no se corrigen estos factores, pues deberemos tomar la medicación que un especialista nos recomiende para ello. Y hacer los controles periódicos que nos aseguren la eficacia de estas medidas. Y por supuesto no fumar.

 

¿Cómo se combina que una persona con una enfermedad crónica o autoinmune padezca a su vez una enfermedad cardiovascular? ¿Estamos ante un “choque de trenes”…?

Respuesta: En la génesis de la enfermedad cardiovascular están implicados numerosos mecanismos: activación y agregación plaquetaria, trombosis, inflamación, activación del sistema inmunitario, liberación de moléculas citotóxicas, etc. De ahí que en ocasiones coexistan patologías diversas crónicas o autoinmunes con enfermedades cardiovasculares, pues comparten mecanismos comunes de daño orgánico. Mecanismos que potencian o que alteran las respuestas inmunitarias del organismo agravando ambos procesos.

 

Para hacerles frente (al tabaquismo, a la obesidad, a la hipertensión), hay que tomar conciencia de que son factores muy perjudiciales para evitar que nos produzcan enfermedades cardiovasculares”

 

¿Qué está aportando la ciencia al campo de la Cardiología?

Respuesta: La ciencia, es una manera de pensar, el cultivar cualquier actividad científica es un fenómeno profundamente anclado en el pensamiento médico, si bien el pensamiento médico necesita una aproximación empírica a la salud y a la enfermedad.  

Es evidente que en la ciencia y en la investigación médica, la aproximación intelectual ha sido enormemente fértil y se podría definir como la esencia del conocimiento médico. Por ello, pienso que es una obligación recoger, almacenar, analizar y difundir la información relevante, obtenida en el área de trabajo propia.  Pues redunda en un beneficio, que eleva el prestigio de las Instituciones y de los profesionales implicados. Por ende, contribuye a obtener una mayor eficiencia de los recursos disponibles y beneficio para la sociedad.

En la ciencia se busca la verdad, y como decía Karl Popper: “La aproximación a la verdad no resulta fácil. Solo hay un camino hacia ella, el camino que pasa por el error. Solo mediante nuestros errores podemos aprender; y solo aprenderá quien esté dispuesto a  apreciar e incluso a estimar los errores de los demás como peldaños hacia la verdad, y a buscar sus propios errores; quien intenta encontrarlos, pues solo cuando se ha cobrado conciencia de ellos podrá liberarse de ellos. La verdad no es manifiesta, y no es fácil llegar a ella. La búsqueda de la verdad exige al menos: la imaginación, ensayo y error, el descubrimiento gradual de nuestros prejuicios y la discusión crítica”.

 

Para terminar… ¿Qué recomendaciones daría para que las personas nos cuidásemos mejor el corazón?

Respuesta: Muy fácil: camina, come sano, no agredas a tu cuerpo, sé feliz y trata de hacer felices a los demás.

 

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