En el sector sanitario y médico, una de sus columnas verticales es la enfermería. Es el núcleo central del sistema sanitario –sin despreciar al resto, evidentemente-, que pivota toda la maquinaria del sistema. Aunque en el gran traslatlántico del sector sanitario y médico, todo el mundo es imprescindible para que la nave haga una buena travesía, sin duda el colectivo de enfermería es el eje central de todo el sistema.
Sobre este colectivo gira una gran parte de todo el trabajo sanitario. Hagamos un ejercicio literario por un instante. Pensemos en un hospital sin enfermeras. ¿Verdad que sería un caos? Imaginemos un centro de salud sin enfermeras. ¿Alguien se imagina una pandemia, como la que estamos viviendo de la Covid19 sin enfermeras? ¿Impensable, verdad?
Este colectivo es absolutamente imprescindible siempre, pero especialmente cuando vienen mal dadas como ahora. Las enfermeras son necesarias para miles de procesos sanitarios, cuya formación, experiencia, metodología, y trato con el paciente son imprescindibles para salvarle la vida. Las enfermeras son esa primera línea de fuego ante las urgencias sanitarias y médicas; son ese cortafuegos que tan maravillosamente tiene articulado el sistema sanitario para llegar al paciente cuanto antes. Con las enfermeras somos todo. Sin ellas, no somos nada.
Y este colectivo, muchas veces abandonado a su suerte o verdad (como hemos visto en las primeras olas de la pandemia), calla y otorga; y siguen estando en la cabeza del paciente, porque tienen vocación de servicio –público o privado, eso es lo de menos-, de ganar batallas a la enfermedad, de adelantarle sin intermitentes, de procurar el bienestar de los pacientes, de ser esa mano amiga, esa sonrisa eterna, y esas palabras de ánimo cuando la luz se intenta apagar al final del túnel. El colectivo de enfermería es mucho que un conjunto de profesionales que desarrolla su trabajo. Además de vocación y servicio, es alegría, es vida, es esperanza… Sacrificio, ganas de trabajar y profesionalidad y dedicación a partes iguales.
En el Día Internacional de la Enfermera, es el momento de visibilidad es papel primordial que vienen desarrollando desde siempre, pero especialmente desde el inicio de la pandemia. En hospitales, en centros de salud, en residencias, en los servicios médicos de urgencias y emergencias… Han sido, siguen siendo, serán indispensables para que la sociedad siga rodando.
Desde que nací estoy vinculado a la enfermería, y es un colectivo al que admiro, respeto, y mucho más que aprecio desde siempre. Más que nunca hay que reconocer su trabajo, su esfuerzo, su dedicación de servicio y su vocación. Sin este magnífico colectivo de profesionales seríamos mucho más débiles como sociedad, y como seres humanos, Gracias a estos profesionales, estamos más y mejor protegidos. Nos sobran los motivos para admirarles y quererles, aunque desde algunos despachos se les menosprecie y se les ningunee. Pero el tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Hoy mejor que mañana.
#IND2021
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